La promoción automática, en el debate docente

La decisión tomada por la ministra de Educación provincial, Adriana Cantero, de promover a todos los niños del 1er. año de la EGB de manera automática al 2º año se formalizó por medio de la resolución Nº 1.637. La medida, del 28 de diciembre pasado, tuvo amplia repercusión en los medios y sorprendió por lo inesperada a los maestros y directivos.

El texto oficial, que ahora con la vuelta de los docentes a las aulas circula por las escuetas, apela a “la necesidad de establecer acciones para garantizar el proceso de alfabetización de los alumnos/as de 1er. año de EGB”. Y en ese sentido considera que “el eje fundamental de la política educativa es la construcción de una escuela más inclusiva que garantice un proceso de alfabetización integral”. También se argumenta sobre “el análisis sostenido de los índices de repitencia en toda la jurisdicción, que evidencia un alto índice en el 1er. año de la escolaridad primaria (es del 11 por ciento), dando cuenta de un problema pedagógico que requiere ser abordado particular e inmediatamente”.

Además, se asegura que “se ha comprobado que la repitencia de niños/as no ha producido la mejora esperada en el proceso de aprendizaje y además se convierte en una de las causas relevantes de la deserción escolar”.

Otra de las razones advierte que “para garantizar la igualdad y calidad educativas” es conveniente atender las desigualdades y diferencias y “ofrecer sistemas de apoyo, como instancias de intervención pedagógica adecuadas a cada situación escolar”.

El texto oficial remite entonces la decisión de “establecer la promoción directa de los alumnos/as de 1er. año de EGB con los acompañamientos necesarios para garantizar el proceso de alfabetización iniciado” y solicita a la dirección provincial que agrupa a los niveles y modalidades que modifique el régimen de calificación en las escuelas de EGB.




Escuelas sorprendidas
La decisión de promoción automática sorprendió a fin de año a maestros y directivos. En especial las críticas se orientaron a la forma de resolverla.

Así lo expresa Leda Losoviz, directora de la Escuela Nº 1.339 Ingeniero Enrique Mosconi de San Lorenzo. “La medida nos sorprendió”, dice la docente para luego preguntarse: “Si el docente decidió que el alumno no ha completado los aprendizajes mínimos, sugeridos por el ministerio, para ingresar al 2º año, ¿cómo cursará el 2º con los que si lo hicieron? Aún no lo podemos tener en claro porque al menos para nosotras es una situación inédita”.

Desde la secretaría de niveles de Amsafé, se define la determinación ministerial como “un nuevo parche en la política educativa provincial”. La referente de esta secretaría, María José Marano, opina necesario dar un debate “serio y profundo” sobre la aprobación de los conocimientos de los alumnos. Dice que “el Estado debe garantizar las condiciones materiales y simbólicas para que los alumnos y docentes puedan aprender en un proyecto político totalizador”.

Por eso recuerda varios de los reclamos del sector, como cargos docentes, gabinetes, matrícula de no más de 20 alumnos por aula, escuelas en condiciones, estabilidad y obligatoriedad del nivel inicial.

Marano afirma que en el trabajo con niños, “no hay espacio para improvisaciones”. “Los docentes —agrega— sabemos que del éxito o fracaso escolar depende el futuro educativo de cada uno de ellos y esto no se soluciona con una definición que le falta el respeto a la docencia que es la única con autoridad para evaluar cada situación particular”.