Verano 2007

El Gallardo abrió sus puertas para un inédito pijama party

Un grupo de chicos del club Libertad participó anoche de una dormida en el museo

Quien organizó la dormida en el Gallardo, seguramente pensó en el éxito de la película recientemente estrenada, "Una noche en el museo". En el filme, el guardia de seguridad de una sala de historia natural libera accidentalmente una maldición que hace que los animales cobren vida. Anoche, más de un chico fantaseó con esa idea en un pijama party que se hizo en la entidad que funciona en el edificio de la Gobernación (San Lorenzo 1949). La experiencia denominada "Búhos" es inédita en la ciudad y ayer tuvo como protagonistas a 40 niños de la colonia de vacaciones del club Libertad (Mendoza al 5200).

"Se trata de una tendencia nueva. Para desarrollarla nos basamos en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid. El objetivo es acercar a los chicos al Gallardo", contó una de las guías didácticas del museo, Fabiana Fedorchuk, quien añadió que la mayoría de los chicos del club Libertad no conocía el lugar.

Antes de dormir hubo tiempo para aprender y jugar. Primero realizaron una visita guiada de la mano de un equipo de guías didácticos y luego tuvieron que aplicar lo aprendido. Hicieron de detectives de la naturaleza para descubrir a los animales taxidermizados de la institución. Se mezclaron entre aves de todo tipo, osos con sus bocas abiertas, monos en pose y un sinfín de ejemplares de la fauna del país. Inspirados en el juego anterior, realizaron máscaras bajo la coordinación de una profesara de bellas artes.


Enmascarados al baile
Para descansar de tanta actividad llegó el momento del picnic Una vez que recuperaron energías los chicos se disfrazaron con las máscaras que habían creado y vinieron el baile y más juegos Luego desde sus bolsas de dormir miraron la película Volando a casa que deja un mensaje ecologista y trata sobre la migración de las aves justamente el tema de la exposición central del museo

Los pequeños exploradores durmieron en la sala interactiva e infantil del lugar, que está en el primer entrepiso.

Una noche de aventura y aprendizaje que los organizadores tienen el anhelo de volver a ofrecer durante el año y para las escuelas.

Linternas en mano y con muchas ganas de aprender, los chicos disfrutaron de una singular experiencia.