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sábado,
17 de
febrero de
2007 |
El control
de los cirujas
La carta de Elena Tumminelo realmente me produce escalofríos. La señora se queja de los cirujas que hacen desastres revolviendo basura y compadece sus caballos. Una muestra más del método "esconder la basura abajo de la alfombra". Hubiese sido preferible que la misma se preguntara por qué existen chicos y jóvenes que viven y se alimentan de la basura que ella produce todos los días. Porque el Estado después de tantos años no logra encontrar la solución mediante la producción de empleo _sin cifras dibujadas_, la contención social o la política que resulte más adecuada. Por suerte existen personas como la señora que propone claramente que algún inspector multe a estos seres que desaprensivamente tornan engorroso el sueño de la ciudad turística. Señora Elena, la invito a reflexionar. La inseguridad no se termina poniendo más vigilantes, ni el desempleo, el hambre, la carencia habitacional escondiendo a las personas abajo de un puente.
Dr. Hernán Soto.
DNI 24.311.279
N de R: En la carta publicada el último miércoles Elena Tumminello se preguntaba cuándo van a controlar a los carrtiso que sacan la basura de los contenedores. Hacen desastres y encima explotan a unos pobres caballos.
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