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 domingo, 03 de diciembre de 2006  
Sociedad
Adrián D'All Asta: "La familia es el mejor negocio"
El licenciado en ciencias sociales dirige una fundación que intenta valorizar la maternidad-paternidad

Florencia O'Keeffe / La Capital

Madres y padres desganados, agobiados por la responsabilidad de la crianza de los hijos, quejosos, enojados. Hombres y mujeres que viven preocupados, desbordados, que tienen poco resto para pasarla bien y proyectar. ¿Por qué a algunos padres les está costando tanto su rol? "Me parece que hay demasiadas dificultades para generar alternativas. Los padres no encuentran otra salida que decir que no a esto, no a lo otro... y se desesperan, cuando deberían preocuparse por generar opciones que los acerquen a sus hijos y les permitan disfrutarlos", reflexiona Adrián Dall`Asta, licenciado en ciencias sociales, profesor y director de la Fundación Proyecto Padres, una institución que brinda talleres y charlas a lo largo del país con el fin de revalorizar y proponer el disfrute de la tarea de ser padres.

Dall"Asta destaca que es importante asumir la responsabilidad de la maternidad-paternidad y hasta asegura que el crecimiento y desarrollo de la Argentina tendrá mucho que ver con que se fortalezcan estos roles: "La familia es el mejor negocio", enfatiza.

El especialista, que estuvo en Rosario disertando ante más de 600 personas, dice que lo primero que hay que hacer es "bajar la ansiedad de querer ser el mejor padre o la mejor madre ya que todos hacemos las cosas lo mejor que podemos" , de todos modos, afirma: "Es necesario reforzar esto que llevamos en nuestra naturaleza y prepararnos para criar hijos en un contexto muy diferente al que existió 30 ó 40 años atrás cuando a nuestros padres les tocó esa tarea".

- ¿Cuál es la mayor diferencia que observa entre ambas épocas?

- Sin dudas hoy hay un contexto más invasivo de la mano de los medios de comunicación. Nuestros padres no tuvieron que enfrentarse con Internet, que no pide permiso, que no tiene límites ni censura previa. ¿Esto es bueno o malo? No lo sé, ni creo que haya que hacer un juicio de valor; de lo que no hay dudas es que ha transformado nuestros tiempos, con lo cual es importante estar prevenidos para saber cómo sacarle provecho a este montón de estímulos que llegan hoy en forma directa a los chicos.

Antes, la primera sociabilización de los niños se daba en la familia, con los hermanos, los abuelos y los padres, que eran los que le contaban a sus hijos cómo era el mundo; hoy, a nuestros hijos, al mundo se lo cuentan los medios de comunicación. Y esto ya marca una gran diferencia.

- Y no se puede improvisar...

- Exacto. Esto es lo que nos toca vivir y frente a esto es mejor prepararse. Estamos en un mundo muy competitivo a todo nivel, que te pide que estudies, que te recibas, que tengas un master, que hables dos o tres idiomas ... En este marco, ¿podemos improvisar la maternidad- paternidad? ¿No hará falta reforzar este rol tan importante con conocimientos, con lectura, con charlas con otros padres, con asesoramiento de especialistas? Debemos buscar recursos para optimizar nuestra tarea sin que esto signifique cargarnos de ansiedad por ser "el mejor" o "la mejor". La verdad es que nadie nos enseña a ser mejores padres. En todo caso ayudamos a encontrar contextos más favorables que nos permitan ejercer la paternidad con mayor libertad y buscar entre todos una mejor vida para nuestros hijos.

- ¿Funciona estar en contacto con otros padres a modo de un grupo de autoayuda?

- La comparación es correcta. Me parece que es necesario juntarse con otros padres para compartir experiencias y puntos de vista. Suele ser terapéutico escuchar a otros cómo resolvieron determinada cosa y sentirse acompañado. Saber que hay otros que tienen los mismos deseos y las mismas dificultades que nosotros da alivio...

- ¿Cree que el rol de padres se vive con demasiada angustia?

- Se vive como una carga, se disfruta poco. Nos la pasamos añorando el pasado y soñando con un futuro mágico que poco tiene que ver con la realidad. En ese marco el presente se escurre y no sabemos cómo proyectar sobre bases reales. Una de las características de la posmodernidad es haber destruido el proyecto; nadie proyecta. Entonces sobreviene la incertidumbre que trae angustia. Aparece la queja constante y la falta de profundidad. A los argentinos nos pasaron muchas cosas dolorosas pero a veces parece que aprendimos muy poco... Somos un país de plazos cortos, de poco esfuerzo y mucho efecto. Lo que hay que entender es que un hijo es un proyecto de largo plazo, que lleva mucho sacrificio y que ese esfuerzo enorme suele tener poca devolución en lo inmediato.

- ¿Qué se puede hacer frente a esto?

- Valorar y disfrutar, y generar alternativas. La puesta de límites es necesaria pero me parece que hay más dificultad para generar opciones. No se puede estar todo el tiempo diciendo "no". Tenemos que dedicar tiempo a la generación de ofertas atractivas para nuestros hijos. Hay que poder mostrarles que hay cosas valiosas, positivas, atractivas que no son sólo la televisión o los jueguitos de computadora. ¿Por qué a los chicos les resulta más divertido lo que reciben de otros lugares que aquello que les ofrecemos nosotros? En todo caso, tenemos que tomar esos referentes de los chicos y transformarlos con contenidos positivos, usarlos en beneficio nuestro y de ellos. ¿Qué hacemos con Internet? ¿Se la prohibimos o nos sentamos con los chicos a disfrutar de esta ventana al mundo? ¿Se la apagamos o les enseñamos a los chicos a tener criterio de navegación, a buscar cosas interesantes?

- ¿Cómo cree que ven los hijos a sus padres?

- Ven adultos a los que no da muchas ganas de imitar. Tal vez por eso la adolescencia se prolonga tanto. Si el mensaje es: "ya vas a ver cuando seas grande...", "ya vas a ver lo difícil que es criar hijos, lo que se sufre ...", les estamos dando una señal muy negativa, estamos presentando la adultez y el camino del crecimiento como algo doloroso, pesado, aburrido...

La sensación que tienen hoy los jóvenes es que los hijos joden... y tal vez por eso les dan pocas ganas de pensar en ser padres, en tenerlo como un proyecto de vida. La generación de los que tienen entre 25 y 35 años está pensando en otras cosas. Hay encuestas que indican que sólo el 10% tiene como proyecto más importante la familia, en cambio, para el 80% lo más importante de su vida es el éxito laboral.

- No se ve a la familia como un buen negocio...

- Y es una pena, porque la familia, en el mundo aparece como la verdadera opción de crecimiento y desarrollo sustentable de los pueblos. Hoy hasta los economistas hablan de esto. Europa se lo está planteando seriamente. Nosotros también vamos a hacer nuestra crisis y es necesario que nos preparemos. Estamos viendo el escenario y deberíamos prepararnos para evitarlo. Por eso, desde Proyecto Padres nosotros planteamos el liderazgo madre-padre como un eje vital en el desarrollo del país. Si nos diéramos cuenta de esto podríamos lograr transformaciones serias y positivas.

Si madres y padres comprendemos la importancia de este rol dentro y fuera de la casa tal vez tendríamos otro país. Porque, sin dudas, la familia es un buen negocio. Es el mejor de los negocios...
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