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domingo,
03 de
diciembre de
2006 |
El tifón que asoló a Filipinas mató a 600 personas
Los equipos de rescate retiraron ayer escombros con palas para recuperar los cadáveres dejados por las avalanchas que barrieron con varias poblaciones en Filipinas, mientras se teme que el número de muertos pueda sobrepasar los 600.
Mares de lodo de varios metros de espesos han dificultado la labor de los cuerpos de rescate, los cuales no han sacado sobrevivientes desde las primeras horas posteriores al impacto del tifón Durian en tierra firme el jueves, con vientos de 265 kilómetros por hora.
El número oficial de muertos llegó a los 303 con otros 300 desaparecidos y cada vez menos posibilidades de encontrarlos con vida. La tormenta afectó a 800 mil personas, informaron autoridades filipinas.
El Consejo de Coordinación de Desastres en la provincia de Albay, la más afectada por el tifón, informó sobre 285 muertos, entre ellos 165 en el poblado de Guinobatan, que fue cubierto por las aguas caídas de las laderas del volcán Mayón. Tres poblados en esa misma situación, tapados por avalanchas de cenizas y rocas volcánicas, informaron cada uno al menos de 22 muertos.
Otras cuatro provincias informaron sobre muertes, pero se carece de cifras precisas, dada la extensión del desastre y la caída de cables eléctricos y de teléfono. En algunas zonas, los equipos de rescate solamente podían encontrar fragmentos de cuerpos. (AP)
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