Comercio. Nacidos como alternativa a las grandes superficies como shoppings e hipermercados, estos espacios apuntan al reencuentro barrial

Los centros comerciales a cielo abierto van camino a profesionalizar servicios

Formarán gerentes especializados para coordinar políticas comunes y buscan un encuadramiento jurídico

Jorgelina Hiba

En los últimos tres años los centros comerciales a cielo abierto (CCCA) que funcionan en algunos de los barrios más tradicionales de la ciudad se consolidaron como una alternativa económica, cercana y confiable a la hora de salir de compras.

Nacidos de la necesidad de los pequeños comerciantes de hacer frente de manera asociativa a la competencia planteada por la proliferación de las grandes superficies -los shoppings e hipermercados- estos verdaderos centros comerciales al aire libre supieron aprovechar el envión de la economía a nivel nacional para mejorar sus ventas e invertir en personal e infraestructura.

Apoyados en sus inicios por la Municipalidad, que aportó lo suyo vía obra pública y capacitación, los CCCA ya caminan solos y le cambiaron la cara a algunas de las calles más emblemáticas de Rosario, como avenida Alberdi o Mendoza a la altura de Echesortu.

Para el año próximo, que según una encuesta de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) será de mayor crecimiento e inversiones, los comerciantes agrupados en los CCCA de la ciudad esperan además poder encontrar la fórmula jurídica que les permita entrar definitivamente en la trama institucional de una sociedad que, sin despreciar la globalización, disfruta del reencuentro con la vida barrial.

"Es hora de hacer un cambio conceptual. No sólo los shoppings y los híper son grandes. ¿Por qué no empezamos a hablar de grandes centros comerciales cuándo nos referimos a los paseos de compras que funcionan en las avenidas y en los bulevares? Cambiemos el contenido del concepto: las grandes superficies comerciales son las nuestras", dijo José Bereciartúa, secretario de Hacienda de Came durante uno de los paneles del VI Foro Internacional "Ciudad, Comercio y Turismo" que tuvo lugar en Rosario.

En pocas palabras, un CCCA es un espacio definido de la trama urbana donde se concentra una cantidad y una variedad especial de comercios, y que a través de la intervención de obras públicas determinadas como iluminación y remodelación de veredas se reconvierte en un paseo de compras.

Morón fue la primera localidad argentina en adoptar este modelo en el año 2002, que luego fue replicado en otras ciudades a instancias de Came, desde donde se fogoneó el proyecto. "Notamos un alto grado de consolidación de este proyecto en Rosario y en todo el país. El mejor ejemplo de esto es que el Banco Interamericano de Desarrollo renovará su crédito con Came para seguir aplicándolo en otras ciudades", explicó Elías Soso, vicepresidente de esa entidad y referente ineludible del comercio rosarino.

El titular de la Asociación Empresaria de Rosario adelantó además que para 2007 planean poner a punto "un mapa económico rosarino" que sirva para poder planificar junto a la Municipalidad la habilitación de negocios según las necesidades y oferta de cada zona.

Por otra parte, dijo que piensan importar en breve la experiencia porteña de formación de gerentes especializados en CCCA para garantizar continuidad y una mejor coordinación en las políticas aplicadas a ese sector.

Desde la Secretaría de Producción municipal también se mostraron satisfechos con la evolución del modelo. "El balance que hacemos es muy bueno. El contexto macro favorece, pero el esfuerzo de los comerciantes es grande y la colaboración con el sector público ayuda", apuntó Claudia Pérez Rizzo, responsable del programa de fortalecimiento al comercio minorista del gobierno local.

Calle Mendoza, en Echesortu, fue otra de las pioneras en la experiencia comercial.