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domingo,
03 de
diciembre de
2006 |
Historias
Cuando los
tecnólogos se
fueron a Siberia
El crecimiento industrial y urbanístico de las ciudades y las ideas desarrollistas que llegaban aún hasta la frontera de los años 70 fueron factores claves para que la gestión provincial de Carlos Silvestre Begnis (1973-1976) planteara la conformación de parques industriales en Santa Fe, proyecto que es recién retomado por el actual gobierno de Jorge Obeid.
Allí puede rastrearse la génesis de lo que tres años después se terminaría llamando la Dirección de Asesoramiento y Servicios Tecnológicos provincial (DAT), que esta semana cumplió 30 años, y cuyo objetivo -desde su origen- fue la vinculación del mundo científico con las necesidades de desarrollo de las pymes industriales de Santa Fe.
La DAT transitó una historia marcada por una clara política desindustrializadora a partir del golpe militar en 1976 que se extendió casi hasta la actualidad. A comienzos de los 70, un grupo de empresarios de la región (entre otros, Defante, Pujol, Brun de Venado Tuerto) bosquejaron el Parque Industrial Gran Rosario (Pigro) más tarde "Alvear". Además del armado de un predio específico, los industriales consideraron la necesidad de organizar un ente técnico (que nace con los ingenieros y arquitectos que habían elaborado el plan para la reubicación de las empresas en el predio de Alvear) denominado Centro de Desarrollo (Cendes) para dar soporte a estas pymes que por su cuenta difícilmente podían afrontarlo.
Subsidio de Onudi
A mediados de los 70 firman un convenio con la Organización de la Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi) por un millón de dólares (de ese entonces) para equipar el Cendes. Pero el inminente golpe militar hace temer la caída del acuerdo. Por eso, y en paralelo con la política de Silvestre Begnis de creación de espacios específicos para las empresas, se intenta crear la Federación de Parques Industriales, como contraparte. En esos apuros para mantener con vida el convenio, Defante habilita unas oficinas que tiene en San Lorenzo y Mitre (hoy sede del Bisel) para que la DAT -ya transferida al ámbito público provincial- tenga su primer espacio físico hasta que se le asigne uno.
El lugar que le consiguen en 1977 es en Salta 2752 (donde está el Registro Civil). La inauguración del primer laboratorio en 1978 es presidida por Leopoldo Fortunato Galtieri. La época dorada para la DAT fue entre 1985 y 1986 cuando llegaron a tener más de 7.000 órdenes de trabajo anuales. En 1988 ingresa el primer director designado políticamente, el economista rosarino Jorge Moor. Hoy la cantidad de empleados es la misma que en sus comienzos: apenas superan los 20, con un promedio de edad de 50 años.
Mudados ya por escasez de espacio a Cochabamba 1550 la falta de pago de alquileres en 1992, los pone ante la disyuntiva de cerrarlo o aceptar ir al subsuelo de uno de los esqueletos de edificios abandonados del Conicet. Los tecnólogos aceptan irse a La Siberia. Recién en 2005 volvieron a arribar equipos nuevos. Aún en esas condiciones, la consideración por parte de los industriales y según un relevamiento de la Universidad Austral es muy alta. Este año esperan cerrar con 600 órdenes de trabajo de unas 350 pymes industriales.
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