|
domingo,
12 de
noviembre de
2006 |
Latidos
"No nos hace tanto mal trabajar con un cadáver como cuando por disposición judicial debemos intervenir en un caso de ablación de órganos", explicó la doctora Silvia Cavalini. Es que en esos casos, "hay un diagnóstico de muerte cerebral y todo se dispone para la ablación, pero es el médico forense quien tiene que ver cuales órganos se van a sacar y si esa ablación puede incidir después en determinar la causa de muerte primaria", agregó la profesional.
Cavalini también planteó que "en los casos de ablación uno está ante un ser vivo desde el punto de vista del latido del corazón. Y a ese mismo ser, poco después te lo encontrás acá, sobre la mesa de Morgagni, porque es usual que quien está de turno hace primero la ablación y después la autopsia. Ahí es donde sufrís un corto porque estás ante la muerte y no frente a un muerto".
"Contra eso no podemos, es difícil. Esa persona está muerta cerebralmente, pero el corazón le late. Y no hay que olvidarse que somos médicos que juramos jugarnos por la vida hasta el último momento y en la medicina legal hasta el final", explicó la doctora Cavalini.
enviar nota por e-mail
|
|
|