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domingo,
12 de
noviembre de
2006 |
Estudiantes venció a River y da pelea
Los patoteros que se dicen hinchas de Gimnasia estarán más satisfechos ahora de su cobarde actuación en la noche previa al choque del Lobo con Boca. Desde su lógica delictiva, pensarán que no eran en vano los temores hacia las reales posibilidades de Estudiantes de pelear el título y que hicieron bien en influir decididamente en la victoria xeneize. Es que el equipo de Simeone dejó anoche bien plantada su condición de candidato a ganar el Apertura. Sin sus principales figuras, venció bien a River en un partidazo y al menos hasta hoy quedó a un punto del líder.
Si las sospechas y la vergüenza se precian de no tener límites fuera de la cancha, habrá que aplaudir a rabiar a los jugadores de Estudiantes y River, que dentro de ella mostraron cómo es eso de querer ganar un partido, como lo habían hecho los de Gimnasia en aquel primer tiempo de su triunfo parcial sobre Boca. Fueron al frente, trataron bien la pelota y crearon innumerables situaciones de gol para regocijo de todos los que vivieron el encuentro en el estadio Ciudad de La Plata.
Pero el aplauso mayor se lo llevó sin dudas Estudiantes, que llegaba disminuido sin sus figuras Juan Verón y Mariano Pavone, y sin embargo ni se notó. Debe haberle hecho muy bien el gol en el primer cuarto de hora del partido, cuando un tiro libre de Sosa encontró la cabeza goleadora de Alayes, quien de espaldas al arco sometió a Carrizo.
El partido se abrió de tal manera que ninguno se puso tan nervioso como para usar otro recurso que no fuera el de llegar tocando, de intimidar a través del juego colectivo y no de una pierna fuerte, de ser insistente en la búsqueda del arco contrario.
Y a partir del gol, River fue el que más llevó ese estandarte con Gallardo a la cabeza, pero no encontró en los delanteros los mejores interlocutores. Así, Gonzalo Higuaín falló de frente a Andújar y Farías hizo lo propio abriéndose excesivamente en un mano a mano.
Claro que Estudiantes también se defendió atacando, aunque recién en el complemento fue lo suficientemente punzante y así llegó al segundo. Luego de que Higuaín y Gallardo se perdieran de cabeza el empate, Calderón abrió la pelota a Alvarez y su centro preciso encontró un perfecto testazo de Benítez para vencer a Carrizo.
Nasuti descontó en un córner y enseguida Lussenhoff metió en contra un tiro libre de Sosa. Pero ni ahí bajó la intensidad. Lo tuvo Belluschi pero devolvió el palo. Lo tuvo Galván y la tiró afuera. El gol siguió merodeando pero se conformó con esa cosecha. Gracias a Estudiantes. Gracias a River, que ayer le pusieron un mojón de dignidad al manchado fútbol argentino.
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Fotos
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El festejo pincharrata tras la victoria de anoche ante los millonarios.
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