Paliza de Argentina A sobre NZ Heartland XV

El equipo del Negro Orengo y Tati Phelan ganó 39 a 5

Pablo F. Mihal / La Capital

El seleccionado argentino de rugby, compuesto por todos jugadores que militan en el ámbito local, dio una muestra cabal de que el rugby argentino sigue vivo y vapulearon a NZ Heartland XV por 39 a 5, en un partido donde, por sobre todas las cosas, privilegió el juego.

Desde el arranque del partido el seleccionado argentino controló la situación. No habían transcurrido ni 3 minutos cuando Senillosa avisó. Era todo un indicio, ya que Argentina, que siempre privilegió jugar moviendo la pelota, comenzaba a erigirse como el gran protagonista.

A los 9' llegó la primera emoción cuando Juan Gauthier se cortó y apoyó en la bandera derecha ante el delirio de las más de 3000 almas que se acercaron al centenario Plaza Jewell.

Con algunos problemas en el scrum, pero con dominio y posesión, Los Pumas argentinos se hacían cada vez más grandes. Sin embargo, los neocelandeses empezaron a emparejar la balanza y apostaron al rigor físico.

Tras una buena combinación de pases, el octavo de los hombres de negro, tomó la pelota en mitad de cancha y con velocidad y decisión apuntó a la bandera y logró el descuento.

A partir de ahí el partido se hizo más friccionado. Y ante la pasividad del árbitro llegó a su punto más caliente con un intercambio de golpes de puño de ambos lados.

Cuando el encuentro retomó los carriles normales, Los Pumas marcaron la diferencia. Senillosa, en otro try made in Hindú, estiró las diferencias y antes del cierre Manasa Fernández Miranda habilitó con un kick por arriba de la defensa a Merello, quien le puso las cifras definitivas al parcial.

En el complemento, Argentina siguió dominando el panorama. El ingreso de Albarracín le dio más dinámica al equipo haciendo lucir a la línea de tres cuartos, donde se destacaron Serra, que tuvo una noche brillante, Gauthier y Senillosa.

Argentina manejo los tiempos, controló la pelota y su ingoal no sufrió sobresaltos. La faena se cerró con un try del Pitu Miralles, el único rosarino en la cancha.

El equipo argentino controló el juego durante los 80 minutos.