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domingo,
12 de
noviembre de
2006 |
Viajeros del tiempo
Rosario 1900/1905
Un tilbury enloquecido. El tilbury de don Juan Zoter se encontraba ayer a las 3 p. m. estacionado frente al número 1774 de la calle Córdoba cuando chocó con él la jardinera que guiaba Antonio Escola. A raíz de esto, el tilbury salió disparado y se llevó por delante al coche de plaza número 14, originándole varios desperfectos y la rotura de un farol. Luego, al llegar a la esquina con Dorrego, chocó con un poste de luz eléctrica, y siempre disparando tomó por Dorrego a la carrera y a mitad de cuadra entre Salta y Brown se hizo pedazos, lastimándose el caballo. La comisaría 5a tomó la correspondiente participación en el asunto.
Incendio en la exposición de víboras. A la una de la tarde de ayer hubo un incendio en la exposición científica de ofidios, instalada en Buenos Aires en la calle Perú, donde se exhibían 500 ejemplares. El fuego comenzó en alguno de los caloríferos y luego se propagó al cielorraso, y como en ese momento no había nadie en la casa, las llamas se expandieron rápidamente. Después de luchar casi una hora contra el fuego, los bomberos se retiraron dejando terminada su tarea. Murieron cuatro monos que tenía el capitán Remy, mientras que muchas víboras huyeron de sus cajas y andaban por los tirantes, algo que hizo que ni los mismos agentes policiales se animaran a entrar. De los 500 ofidios se lograron rescatar más de 50 y las pérdidas materiales se estiman en 2.000 pesos.
Demanda de divorcio. En Buenos Aires, el señor J. R. P. ha presentado al juzgado de lo civil una demanda de divorcio contra su esposa, M. C. P., fundado en que ésta ha hecho abandono malicioso del hogar en compañía de un joven periodista cuyas iniciales son J. I. L., que la galanteaba, según se desprende de la correspondencia privada que mantenían y que la fugada ha dejado olvidada.
Casillas de madera. En la calle Callao, entre Brown y Jujuy, se han construido no hace un mes varias casillas de madera, lo cual, además de no estar autorizado por las ordenanzas, es irritante.
A falta de hospitales... En casa de familia se atendería a uno o dos enfermos o convalecientes con el mayor cuidado. Buena pensión a precios módicos. San Lorenzo 1821.
Investigación y realización Guillermo Zinni ©
Fuente: La Capital
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