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 domingo, 12 de noviembre de 2006  
La afiebrada interna santafesina

Mauricio Maronna / La Capital

El Frente Progresista ya no será lo que fue. La feroz lucha interna en la UCR, las llamaradas verbales y la construcción por los bordes de la nomenclatura del centenario partido que el PS lleva adelante hace de cumplimiento imposible la presencia de una luz al final del túnel.

Es el nuevo capítulo de una historia que, en el campo opositor, sucede cada víspera de una elección a gobernador. Pero, esta vez, ofrece matices lo suficientemente graves como para suponer (aunque en política nada es imposible) que las esquirlas impactarán a la hora de la definición de candidaturas y luego en el test que determinará si Hermes Binner será el nuevo titular de la Casa Gris.

Navegar por las aguas profundas del Frente en busca de información pura, haciendo abstracción de los fragorosos intentos de operar a la prensa u ofrecer carne en mal estado como un bien fungible, resulta difícil pero jamás imposible.

El PS blande el imán Binner como un elemento de peso incontrastable a la hora de salir en busca de nuevas adhesiones. El ARI, poco a poco, y sin que casi nadie se diera cuenta, resolvió integrarse al Frente, participar de sus reuniones y dejar atrás el complejo que lo columpiaba entre "apoyar por afuera" la postulación del socialista (como en el 2003) o integrarse con armas y bagajes a la coalición.

La idea de la línea interna que, a su vez, tiene la conducción del partido (Alberto Muñoz y Alicia Gutiérrez) parece haber doblegado las intenciones de la corriente liderada por Carlos Comi y Pablo Javkin.

Pese a que desde uno y otro sector levantan la bandera de Elisa Carrió, la indómita diputada nacional se ha llamado a silencio. ¿Dónde quedaron las diatribas de Lilita contra Binner? ¿Qué fue de su tambor de guerra anunciando la decisión de ir sin alianzas ni ataduras a los comicios santafesinos? ¿En qué sitio de la realidad quedó su propósito de no fichar "nunca más" en el partido de la rosa?

El ARI, el PDP (hoy dominado desde su cúpula por Carlos Favario) y un vasto entramado de organizaciones políticas menores que va desde el Partido Comunista (que ha hecho pública su intención de apoyar a Binner) a la Federación Agraria acolchonan este tiempo de disputa con la conducción ucerreísta, encarnada en Felipe Michlig y Juan Carlos Millet.

Pero es allí donde se juega el partido más importante. Si bien la convención partidaria ungió en forma unánime a Carlos Fascendini como el hombre encargado de secundar a Binner, la fotografía de hoy muestra que varios actores importantes han mutado de opinión.

Uno de los fundadores de la Junta Coordinadora Nacional, Luis Changui Cáceres, cree que es momento de dejar atrás las peleas por los medios y encaminarse hacia una compulsa interna que despeje el camino. Aprovechando como maqueta el sistema de elecciones abiertas, simultáneas y obligatorias, Cáceres propugna que si no hay posibilidades de un acuerdo, los correligionarios que se inclinan por no romper la coalición lleven a Binner en la punta de la boleta, con un postulante a vicegobernador/a de la ciudad de Santa Fe.

Los socialistas, sin embargo, miran de reojo esta eventual pulseada. Desearían un masivo traspaso de intendentes ucerreístas, bancado por determinadas referencias partidarias. Y hacia ese blanco están dirigidos hoy todos los intentos. "La mayoría de los tipos que gobiernan municipios y comunas saben que hay que jugar a ganador. Ya nos han llamado desde los departamentos del norte y del sur para adelantarnos que están decididos a darle su apoyo a Hermes", comenta, optimista, un hábil tejedor socialista.

Para ellos la ecuación es simple: no sumarse al tren que (imaginan) tendrá como última estación la victoria electoral en octubre del 2007 se asemejará a un suicidio. ¿Nadie se suicida en primavera?

La lucha por los intendentes se parece a aquellos frenéticos cierres de libros de pases de la década del 90 en la Asociación del Fútbol Argentino, con varios representantes en escena. Ante la posibilidad real de una fuga en cadena, Michlig decidió cerrar la tranquera con un cartel: "No pasarán". Ante la decisión del intendente de San Justo, Carlos Borla, de jugar directamente con el Frente Progresista, el titular de la UCR amagó con llevarlo al Tribunal de Etica y expulsarlo del centenario partido. El hombre dio un paso hacia atrás y se quedó en su lugar de pertenencia aguardando novedades.

Pero si la montaña no viene a él, esta vez Binner va hacia la montaña. Recorre departamentos, visita intendencias radicales y pone los pelos de punta a sus ex aliados. Una curiosa situación que admite lecturas múltiples. "Estos tipos (por los socialistas) venían llorando por la cooptación del gobierno nacional, pero emplean el mismo método para vaciarnos de referencias. Ojo, no nos vamos a quedar de brazos cruzados", brama una fuente rosarina del comité departamental.

El ex rector de la UNR, ex diputado nacional y actual legislador provincial Juan Carlos Millet rompió su habitual bajo perfil y salió con nombre, apellido y foto a decir que si el PS no respalda la candidatura de Fascendini el Frente se rompe en la provincia.

"Esto no es casual, parece que el diablo metió la cola", retruca un legislador provincial tras leer las conclusiones de la visita que Michlig y Fascendini hicieron a la Casa Gris. "¿Usted cree que hay un acuerdo del gobierno provincial con Michlig, Fascendini y Millet?", preguntó este diario a la fuente. "Ese interrogante es, cuanto menos, candoroso. Escúcheme, si estos tipos van a reunirse con el gobernador en medio de la tempestad, no dicen sobre qué se charló y, extrañamente, ni siquiera hay fotos oficiales de ese encuentro, la síntesis es clarita: si tiene cabeza de ratón, cola de ratón y camina como un ratón, es ratón. ¿O no?", abunda, y plantea una justificación non sancta que, sin embargo, se niega a blanquear con grabador encendido.

Una calificadísima fuente del campamento socialista aseguró el viernes a La Capital que "definitivamente Fascendini no será el candidato a vicegobernador". Hay una nueva terna que aparece en escena: la diputada nacional Alicia Tate (mujer nacida y criada en la capital provincial), Jorge Barletta (rector de la Universidad del Litoral) y Hugo Storero (diputado nacional). ¿Y Griselda Tessio? "Si acordamos con el radicalismo, más allá de Millet y Fascendini, el candidato o la candidata tiene que ser de pura cepa ucerreísta. No tenemos nada contra la fiscal, pero me parece que su nombre fue arrojado a los leones antes de tiempo", refuerza el informante.

Mientras la conformación del Frente Progresista adquiere más senderos espinosos que el campeonato Apertura, en el justicialismo también son los intendentes y presidentes de comuna los que están a punto de ingresar en zona de pánico.

"Por acá anduvo (Agustín) Rossi ofreciéndome respaldo a mi candidatura y pidiéndome encuadrarme en su sector, pero (Rafael) Bielsa y (Omar) Perotti harán lo mismo. No sé qué hacer", admitió un intendente del sur. Su caso es trasladable a otros jefes comunales, diputados y senadores provinciales. A medida que pasen los meses la interna justicialista también aumentará sus decibeles: Perotti lanza esta semana formalmente su precandidatura, Rossi sigue convertido en un correcaminos que va de sur a norte y de este a oeste intentando sumar adhesiones y prometiendo que no se bajará de su postulación, mientras que el ex canciller comenzó a intensificar sus recorridas por Rosario tratando de bajar la altísima intención de voto que reúne Binner en la ciudad.

No son pocos los justicialistas que están esperando que el Congreso nacional derogue en los próximos días el régimen de internas abiertas. Creen que en ese caso el presidente debería pedirle a Obeid que haga lo propio con las primarias santafesinas. Pero ningún sector del PJ quiere quedar pegado a la teoría según la cual los peronistas siempre terminan amoldando los sistemas electorales a su propia situación. Fue el senador provincial Juan Carlos Mercier el que dio la voz de alerta: "Muchachos, esto tendrá que venir desde la Nación, nosotros no podemos salir a peticionarlo".

Obeid se despegó inmediatamente de la cuestión, reivindicó las primarias que impuso su administración y mandó un contramensaje: "Hay que terminar con la joda de que modifiquen las reglas de juego en beneficio de uno o de otro". La idea de poner las primarias en el freezer no apareció como producto de una mente afiebrada. Fue expuesta ante La Capital por una espada del justicialismo, que lucubró los supuestos beneficios de la movida.

"Sin primarias se estiran los tiempos y recién en junio o julio expiraría el plazo para inscribir postulantes. En ese marco, el presidente Kirchner podrá decir quién es el candidato. Con la buena gestión de Obeid, y teniendo al Lupín haciendo campaña como gran elector, mantenemos el invicto en el 2007", optimiza la fuente.

El futuro traerá respuestas más atractivas que la de este presente, marcado con trazo grueso por la grisura del internismo.
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Obeid medita la forma de darle buen final a su gestión de gobierno. Binner espera un masivo desembarco de intendentes radicales.


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