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domingo,
12 de
noviembre de
2006 |
Washington busca rediseñar su estrategia iraquí
La derrota electoral republicana y la salida de Rumsfeld han iniciado un acelerado proceso de revisión
Washington. - Pocos días después de la derrota electoral de los republicanos se anuncia ya un cambio en la política de Estados Unidos en Irak. Tanto los mandos militares en el golfo Pérsico como el Congreso de flamante mayoría demócrata buscan alternativas que mejoren la actual situación.
Según medios estadounidenses, se evalúa la posibilidad de amenazar al gobierno iraquí con la retirada de tropas de zonas de combate si la dirigencia en Bagdad no cumple plazos específicos en el accidentado proceso político, retrasado por numerosos vetos cruzados entre las distintas facciones.
El jefe del Estado Mayor norteamericano, Peter Pace, afirmó haber iniciado una evaluación junto a sus generales sobre los posibles cambios en Irak. Lo primero será aclarar los auténticos objetivos de la misión y determinar "qué funciona, qué no funciona y lo que podríamos cambiar en nuestra manera de proceder", dijo Pace a la cadena CBS.
En su mensaje radiofónico de los sábados, el presidente George W. Bush afirmó por su lado que no habrá una retirada inmediata de Irak después de las elecciones al Congreso. Los enemigos de Estados Unidos no deben confundir el normal funcionamiento de la democracia estadounidense con falta de voluntad, señaló sobre la derrota de su Partido Republicano en las urnas. El mensaje pareció dirigido a Al Qaeda y a los extremistas islámicos, quienes celebraron el triunfo demócrata como un signo de la presunta debilidad estadounidense.
Los demócratas recuperaron en las elecciones del 7 de noviembre la mayoría en ambas cámaras del Congreso por primera vez en 12 años.
"Una nueva perspectiva"
El nuevo secretario de Defensa, Robert Gates, aportará una nueva perspectiva a la estrategia en Irak para que Estados Unidos alcance la victoria, aseguró ayer Bush. Gates sustituyó el miércoles al desgastado Donald Rumsfeld, considerado responsable de la falta de previsión de la violencia en Irak. También aseguró Bush que espera conocer las ideas del nuevo Congreso de mayoría demócrata sobre la mejor forma de apoyar a las tropas. Las nuevas bancadas se conformarán el próximo 3 de enero.
La victoria demócrata despertó en el Congreso la idea de que Washington impondrá al gobierno iraquí fechas para alcanzar objetivos específicos en el proceso político del país. El diario Los Angeles Times indica que se analiza amenazar con el reagrupamiento de tropas si Bagdad no cumple el calendario político.
Las tropas estadounidenses deberán enfrentar menos misiones de combate y tener en el futuro un papel más orientado al asesoramiento, dice el reporte periodístico. Adicionalmente se planea una ofensiva diplomática en los países vecinos de Irak para recabar más apoyo a la estabilización del país. Esta campaña incluye a Irán y Siria. Esta idea es central en el plan del grupo de estudios sobre Irak liderado por el ex secretario de Estado James Baker.
En tanto, el primer ministro de Australia, John Howard, aseguró que su país y Gran Bretaña coinciden en que la salida de Irak no tiene una fecha previsible. "No se puede ponerle una fecha, pero seguirá por mucho tiempo", señaló sobre la misión.
Un soldado polaco y otro eslovaco murieron ayer en las cercanías de Al Kut, en el centro de Irak, a causa de la explosión de una mina. Un segundo soldado polaco y otro armenio resultaron heridos. Eslovaquia retirará en febrero de 2007 a la mayoría de los 110 soldados que actualmente tiene en Irak. Polonia mantiene unos 900 hombres en el país del golfo Pérsico y no se descarta una prolongación del mandato. La decisión final se tomará en consultas con Estados Unidos y el gobierno iraquí.
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