|
domingo,
12 de
noviembre de
2006 |
La mirada de un médico estadounidense enamorado de la Argentina que le puso Che a su primer hijo
Derechos humanos y salud, pilares
de la medicina de la liberación
Lanny Smith, integrante de Doctores por la Salud Global, narra su experiencia solidaria en Centroamérica
Florencia O'Keeffe / La Capital
Lanny Smith decidió, hace 20 años, dedicarse a la medicina para luchar contra la injusticia. Dio un paso al costado en sus estudios de literatura y se propuso, a través de la acción, aportar su granito de arena para que los pobres y oprimidos de distintos lugares del planeta tengan la oportunidad de una vida digna.
Dejó la vida cómoda de su Estados Unidos natal y viajó a Nicaragua y El Salvador para trabajar en salud, motivado por un interés científico y social pero, sobre todo, por el compromiso de generar un cambio.
Su participación como voluntario en la organización Doctores para la Salud Global lo trajo hasta la Argentina, un país al que admira por "la valentía de sus ciudadanos" y porque es la cuna de uno de los motores de su inspiración: Ernesto Che Guevara. Tanto ha motivado a Smith el líder de la revolución cubana, que su hijo, de 3 meses, se llama nada menos que Che.
El médico, de 42 años, está casado con Yoia, una infectóloga nacida en Nueva York, de padre indio (originario de Calcuta), que participa activamente en prevención y tratamiento del sida en Rwanda, Haití, Siberia y Chiapas.
Lector infatigable que cita a Eduardo Galeano cada vez que puede, Smith explica que la entidad que integra junto a otros 200 médicos, artistas, estudiantes, docentes, enfermeras y abogados, tiene la misión de promover la salud y los derechos "de las personas que no tienen voz"
Smith, quien habla fluidamente el castellano y se maneja con el "vos", estuvo en Rosario dando una charla (El arte y la ciencia de la medicina) sobre enfermedades emergentes en el marco del Forum Promir, que se realizó en el Parque de España, oportunidad en la que dialogó con La Capital .
Una vida de novela
-¿Por qué se incorporó a Doctores por la Salud Global?
-Para responder eso debo hacer un poco de historia. Nací en los Estados Unidos, en Atlanta, pero mi verdadera conciencia nació, o renació, en Nicaragua en 1985. Antes de decidirme por la medicina estudiaba literatura porque quería ser escritor, pero por razones humanitarias y de conocimiento, y por mi deber como ciudadano del mundo, fui a Nicaragua donde pude presenciar cosas terribles que me inspiraron desde ese momento y por el resto de mi vida.
Tenía 23 años cuando decidí ir a la escuela de medicina con el fin de acompañar a las personas que están buscando cambiar su vida, que no tuvieron la oportunidad de ser tenidos en cuenta como seres humanos, que tienen una voz que nadie escucha.
Me propuse acompañarlos en busca de su autonomía, su destino como personas y como comunidad. Me entrené como médico clínico y con mis diplomas en la mano me fui a El Salvador, coordinando una misión con médicos franceses. Pensaba ir por un año, y me quedé siete. Los acuerdos de paz estaban firmados, pero la gente seguía armada y debía recuperarse de tantas atrocidades. (Entre 1980 y 1991 El Salvador vivió un conflicto armado que dejó miles de víctimas, muertos y desaparecidos)?
-¿Qué tareas realizó en ese tiempo?
- No sólo actividades vinculadas a la medicina. Ayudamos a construir puentes, escuelas, clínicas, lugares para albergar niños. También utilizamos recursos como el arte, el dibujo, la música, y apelamos a la psicología para brindarles a esos niños una vida mejor. Dimos impulso al proyecto pero con la intención de que pueda seguir en manos de los salvadoreños. De alguna manera sigo acompañándolos. Justamente desde El Salvador creamos el grupo Doctores por la Salud Global.
Doctores por la Salud Global es un grupo que se inspira en la salud y los derechos humanos en pos de la justicia social. Impulsamos la idea de una medicina de la liberación. El grupo ansía transformar situaciones. Está inscripto como organización en los Estados Unidos pero no recibimos un peso del gobierno.
Es más, no somos muy bien vistos por el gobierno por tener la habilidad de criticarlos sin pensarlo dos veces; y es cierto, tenemos ideales contrapuestos porque nosotros no somos de los que decimos una cosa y hacemos otra.
-¿En qué otros lugares del mundo trabajan ustedes?
-En Uganda, en Nicaragua y en la Argentina. Estuvimos en Las Lomitas, en Formosa, donde lamentablemente hemos visto que hay mucha desnutrición.
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
Yoia, Che y Lanny Smith en uno de sus paseos por la costanera rosarina.
|
|
|