|
domingo,
12 de
noviembre de
2006 |
El feminismo destructivo
La sociedad de hace unos años funcionaba afianzada en valores que ahora se perdieron, las instituciones eran repetibles y respetadas, la escuela, la Justicia, la Iglesia respondían a las expectativas que la sociedad esperaba de ellas. A cada una de ellas se las atacaron en su flanco más vulnerable para desjerarquizarlas. A la familia fue a través del llamado feminismo, que lejos de reivindicar a la mujer, la perjudica. La mujer siempre ha tenido un rol protagónico en los destinos del mundo, detrás de las grandes decisiones siempre estuvo la influencia directa o indirecta femenina. Ahora parece que el progreso del género pasa por emular o reemplazar al hombre. No advierten que la verdadera reivindicación pasa por exaltar o exacerbar las virtudes de su condición femenina para que la biología las preparó durante millones de años. El arma más efectiva es hacerles creer que conquistan libertad, concepto que prende en los individuos de formación moral más débil (como cualquier virosis en inmunodeprimidos). Consecuencia: mujeres muy tristes, con sensación de desamparo; hombres tristes también, la institución familiar destruida y, lo peor, hijos a la buena de Dios que deambulan sin horizonte y que se evidenciarán en el futuro como auténticos lisiados afectivos.
Carlos A Biagioli
[email protected]
enviar nota por e-mail
|
|
|