|
miércoles,
08 de
noviembre de
2006 |
Un memorioso de la historia
"Era un pibe cuando llegué a vivir a Bombal junto con mis padres; sólo había unas pocas casas y las calles eran todas de tierra", rememoró Adelecio Sincini, que con sus 91 años es uno de los habitantes más antiguos y testigo privilegiado de la evolución urbana que experimentó la localidad con el correr del tiempo.
"El pueblo creció mucho respecto de lo que era años atrás, cuando por ejemplo para hablar por teléfono teníamos que ir hasta Bigand y si llovía ni siquiera podíamos salir por el barro que había", comentó.
Tampoco se olvidó de que "la única escuela que tenía el pueblo funcionaba en un galponcito hasta que recién en la década del 40, durante el gobierno del presidente Juan Domingo Perón se inauguró un nuevo establecimiento".
Don Adelecio tiene un comercio de venta de muebles y desde hace más de 50 años también es corresponsal de recepción de avisos de La Capital.
Entre los tantos recuerdos que acumula en su memoria Sincini tiene presente dos asesinatos que se produjeron en Bombal por cuestiones sindicales y políticas. "Uno tuvo como víctima a un cerealista que se resistía a rotar su cuadrilla de obreros y otro a un radical que discutió con un partidario conservador durante un juego de tabas", contó para agregar que "eran otras épocas, ahora todo es más tranquilo y da gusto vivir en Bombal".
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
Adelecio Sincini hace alarde de ser el habitante más antiguo.
|
|
|