El Tata se sintió lento y sin fuerza

El santafesino también se sorprendió por su poca "actitud"

El púgil argentino Carlos Baldomir, quien en la madrugada de ayer resignó su corona de los welters del CMB ante el estadounidense Floyd Mayweather, dijo que le sorprendió su poca "actitud" para combatir, que se sintió "lento y sin fuerza" y que pensará con calma si seguirá en el boxeo.

Baldomir concurrió al centro de prensa del complejo del Convention Center acompañado de sus representantes de la empresa Sycuam de San Diego, y su técnico José Lemos, mientras su hijo mayor lo esperaba muy emocionado junto a otros allegados.

"Me ganó el mejor boxeador libra por libra. Puse todas mis ganas. Pienso que le di todo al deporte nacional y en especial al de Santa Fe. Y a pesar de que estarán triste deben tener en cuenta que dejé lo mejor de mí aunque no pude darles otra alegría. Tengo 35 años y ahora disfrutaré lo que coseché", afirmó Baldomir.

"No recuerdo haberle pegado un golpe efectivo durante los 12 rounds a mi rival, quien según dicen peleó casi toda la noche con una mano lastimada", comentó Baldomir, que tenía varios cortes en su rostro producto del castigo recibido en la zona alta.

"Cuando enfrenté a Zab Judah y a Arturo Gatti yo era otro boxeador. El primero era más rápido que Mayweather y le gané bien. El segundo me dio trabajo porque era muy duro y peligroso. Por eso mi fastidio. Pero me tocó perder y fue con el mejor del mundo sin dudas", reconoció Baldomir.

Baldomir mostró su enojo con algunas versiones emitidas por algunos de los periodistas argentinos que estuvieron en Las Vegas, las cuales decían que en días previos tenía bastante exceso de peso.

"No me conocen porque no están cerca de mí. Yo siempre llego al día del pesaje con los kilos justos, pero no tengo resentimiento por ello", finalizó.

La realidad dice que en el pesaje que realiza en forma obligatoria siete días antes de la pelea el Consejo Mundial el santafesino tenía 3,5 kilos por encima del límite de la categoría que es de 66,678 (l47 libras) y durante la semana le costó llegar, por lo que tuvo que hacer sus sesiones de entrenamiento con prendas adecuadas para transpirar.

Además, una información de última hora dio cuenta que 30 días antes de la pelea y cuando encaraba la parte final de su preparación "dura", Baldomir presentó un cuadro de deshidratación, tuvo vómitos y debió ser internado. Inclusive le recomendaron que no entrenara por 72 horas. Eso también incidió en su rendimiento. (Télam)

El Tata terminó extenuado.