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 miércoles, 25 de octubre de 2006  
Crónicas regionales. Un paseo por la historia y el presente de localidades de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos
Wheelwright, cuna de la industria textil
El pueblo del sur santafesino tuvo su época dorada en los años 60, cuando Induswheel empleaba a 1.400 operarios

Wheelwright. - Enclavada a unos 150 kilómetros al sur de Rosario, esta pujante localidad santafesina de siete mil habitantes es una de las más grandes del departamento General López, junto a Teodelina y Elortondo. A pesar de estar en una zona de perfil agropecuario, la industria textil es su principal fuente de ingresos. Una de las más importantes es la emblemática Induswheel, que en su época de esplendor llegó a emplear a 1.400 obreros.

Pero si bien Induswheel es una planta tradicional, existen dos fábricas textiles de renombre: Wicotex y Mayobre, que emplean a unos 100 obreros cada una. A la vez ambas empresas dan trabajo a decenas de pequeños talleres de la localidad y pueblos vecinos, al margen de las metalúrgicas de relevancia y la actividad del campo, que como en todos los casos sigue siendo vital para la economía regional.

Wheelwright fue fundado el 18 de octubre de 1900 por Miguel Duffy y desde un primer momento el pueblo llevó su nombre, pero luego fue cambiado por el actual siguiendo la costumbre de usar las denominaciones de las estaciones ferroviarias.

El casco urbano se encuentra a pocos kilómetros del límite con la provincia de Buenos Aires, por lo que la ciudad bonaerense de Colón es la urbanización que tiene más cerca y con la que mantiene fluidos contactos comerciales pero manteniendo la típica "pica" entre pueblos vecinos. Las santafesinas poblaciones de Hughes, Juncal y Labordeboy son las otras que forman su entorno en el extremo sur de la provincia.

En materia deportiva tiene dos clubes que, como es habitual, dividen pasiones: El Cultural -que dejó la práctica del fútbol- y el Italo. En otras épocas la fuerte rivalidad entre ambos generaba resquemores entre vecinos y hasta enemistades declaradas, aunque esa cuestión mermó notoriamente.

Según el vecinoJorge López, "Wheelwright tuvo su tiempo de esplendor textil en la década del 60. Induswheel llegó a emplear a 1.400 operarios locales y de pueblos vecinos, cuando sobraba trabajo y el pueblo se era un crisol de gente de distintos lugares".

En materia de servicios públicos cuenta con gas natural suministrado con zeppelines y casi el 70 por ciento de la localidad posee la red domiciliaria, una obra que podría culminarse en los próximos años. El agua corriente y suministrada por una cooperativa que posee una planta de ósmosis inversa y además suministra agua potable en bidones.

El presidente comunal Roberto Gianetti admitió que está estudiando la posibilidad de instalar cloacas en el ejido urbano. "Sería fundamental contar con eso, pero demanda mucho dinero", resaltó.

Una de las características de Wheelwright es la tranquilidad a pesar de algunos hechos delictivos aislados; algo bastante común en toda la zona. Muchas de sus manzanas están cubiertas por frondosas arboledas que le dan un toque distintivo a sus calles amplias. La avenida San Martín conecta el centro del pueblo con la vieja estación de trenes.

  Javier Cáceres hace cinco años que vive en Wheelwright. Es actor y tiene un programa en una FM local. “Este es el pueblo que elegí para radicarme y mucho tiene que ver con la tranquilidad que se respira. Viví muchos años en Florencio Varela y realmente la paz que impera acá es envidiable”, aseguró.

  En esta ciudad vivió el renombrado bioquímico Alberto Boveris, quien entre otras cosas descubrió las cualidades del vino tinto como antioxidante. Años atrás fue además candidato al premio Nobel de medicina. Hoy reside en Buenos Aires aunque buena parte de su vida los pasó en Wheelwgriht, a pesar de ser oriundo de Elortondo.

  El 15 de agosto de 1912 el transatlántico Titanic se hundía en el océano Atlántico, cerca de Terranova, tragedia a la que sobrevivió la vecina Grelia Rodríguez, quien hasta hace unos años vivía en calle Ferrari 865.

  David Niño, el pintor, que provenía de una familia acomodada de Rosario, es uno de esos personajes que perduran en la memoria colectiva de Wheelwright . Todos lo recuerdan como un bohemio, bonachón y muy amigado con el vino tinto. Le decían graciosamente “mes de enero”, porque no tenía un día fresco. Así vivió y de ese modo murió; siempre bebiendo. Los que lo conocieron dicen entre sonrisas que “sobrio pintaba muy bien”.

  Otros dos personajes muy evocados son el “Francés” y “Trípoli”, dos inmigrantes muy borrachines conocidos como hombres buenos que no molestaban a nadie. Solían verlos dormir en las calles luego de jornadas cargadas de alcohol.

Periodista con historia
Gerlando Tuttolomondo tiene 93 años y una lucidez envidiable. Recuerda hechos del pasado con una claridad prodigiosa. En 1942 editó el primer periódico del pueblo, “Nosotros”, que llegó a vender mil ejemplares y dejó de circular en 1950. Su padre, Francisco Tuttolomondo, fue el primer agente oficial de La Capital en 1919 y aún recuerda con emoción ese hecho.

  Entre los hechos dramáticos del pueblo que conmocionaron a la opinión pública el anciano recordó el caso del desalojo en marzo de 1922 de los hermanos catalanes Dalmau, que alquilaban una parcela de campo. “Con una orden del juez de Melincué dos policías y un oficial de Justicia llegaron a la chacra llevados por un tal Pedra en un taxi Ford T. Uno de los inquilinos ingresó a la casa y pertrechado con una escopeta acribilló a los tres hombres, mientras el taxista se escondía en un maizal. Buscaron a Pedra por toda la chacra pero el taxista logró huir y al llegar a Wheelwright relató lo sucedido a las autoridades policiales”, detalló.

  “Cuando la policía llegó al lugar encontraron que a los tres cadáveres los habían tirado al chiquero y eran comidos por cerdos. A los catalanes Dalmau y su madre nunca los encontraron y ese horrendo crimen quedó impune”, relató Tuttolomondo.


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La estación del ferrocarril le dio el actual nombre a la localidad.

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