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 miércoles, 25 de octubre de 2006  
Lula, más componedor y Alckmin, más crítico en cierre de campaña

San Pablo.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró esta noche que si el domingo próximo gana la reelección, gobernará “para 190 millones de brasileños”, mientras su competidor, el socialdemócrata Geraldo Alckmin, afirmó que la opción es “si Brasil sigue como está o mejora”.

Lula y Alckmin cerraron esta noche sus campañas proselitistas para el ballotage del domingo próximo con sendos actos en diversos puntos de San Pablo.

El presidente habló en una favela urbanizada del sur de la capital paulista, en tanto el aspirante opositor lo hizo en un barrio de la región central de la ciudad.

El mandatario aseguró que si gana el domingo, gobernará “para 190 millones de brasileños, para negros y blancos, para la totalidad de los pueblos y religiones”.

“La mayoría del país es pobre y por eso vamos a ganar el domingo”, afirmó, y se comparó con “una madre” que “puede tener muchos hijos, pero no olvida a los más necesitados”.

El presidente, cómodo favorito para el domingo y en el máximo de su popularidad tras casi cuatro años de gobierno, según las últimas encuestas, pronunció un discurso ante unos 15.000 seguidores en la favela Sao José, del barrio Capella de Socorro, a unos 35 kilómetros al sur del centro de San Pablo.

A cinco días de los comicios, Lula, que inició su gestión presidencial en enero de 2003, concentra 58 por ciento de la intención de voto, según una encuesta de la firma Datafolha publicada hoy por el diario Folha de Sao Paulo, lo que le permitiría obtener 61 por ciento de los votos válidos.

De acuerdo con ese relevamiento, Alckmin tiene sólo 37 por ciento de intención de voto, con lo que alcanzaría apenas 39 por ciento de los sufragios válidos.

La misma empresa resaltó que 53 por ciento de los ciudadanos brasileños considera “excelente” o “buena” la gestión de Lula, que de ese modo superó su propio récord de popularidad, registrado en agosto último con 52 por ciento de aprobación.

En su discurso de esta noche, el mandatario subrayó que semejante nivel de adhesión a la tarea del gobierno es la más alta de los últimos 15 años.

Lula criticó duramente a los que “del otro lado tienen un proyecto para vender el patrimonio público y privatizar, que es lo único que saben hacer”, y añadió que su proyecto “no es de Lula sino de los millones de brasileños que conocen el pueblo y sus problemas para tener empleo y comprar pan”.

El presidente aseguró que irá “tranquilo” el viernes al último debate por televisión -por la red Globo, de Río de Janeiro- y prometió que continuará el proceso de reforma agraria y que “cada ciudad del país va a tener su universidad o una extensión universitaria”.

Lula llegó al lugar del acto acompañado por la ex alcaldesa de San Pablo Marta Suplicy, el derrotado candidato a gobernador paulista Aloizio Mercadante y el ministro de Relaciones Institucionales, Tarso Genro, y entre los dirigentes que lo esperaban estaba el secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Víctor de Gennaro.

El clima allí era festivo, con miles de personas -incluidos familias enteras y muchos niños- que bailaban, agitaban banderas y entonaban diversas canciones, como “Olé, olé, olá, Lula, con la fuerza del pueblo de nuevo al gobierno”, con el fondo de fuegos artificiales.

También se destacaban consignas inscriptas en el palco, como “No cambio lo cierto por lo dudoso, voto a Lula”, o en casas vecinas, como “La voz de Dios es la voz del pueblo, quiero a Lula de nuevo”.

Un dato singular del contexto eran unas pintadas hechas con aerosol sobre un paredón, al costado del escenario y absolutamente ajenas al acto, que mostraban unos extraños símbolos, parecidos a ideogramas y que, según varios de los presentes, expresan una jerga de bandas de delincuentes que de ese modo demuestran fuerza e identidad.

Alckmin, en tanto, afirmó que el domingo los electores decidirán “si Brasil sigue como está o mejora” y volvió a criticar al gobierno por las numerosas denuncias de corrupción hechas durante el mandato de Lula: “No robar y no dejar robar, eso es seriedad”, dijo.

“Si tienen obras, tendrán trabajo; si tienen trabajo, tendrán salario, y si tienen salario, la industria crecerá”, subrayó el candidato socialdemócrata, que realizó su acto en Vale do Anhangabaú, en la región central de San Pablo, bajo el lema “Comicio por la victoria de la verdad”. (Télam)


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