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miércoles,
25 de
octubre de
2006 |
Escriben las escuelas
Barrio Pichincha Quería referirme por esta carta a la historia de mi barrio: Pichincha. Dicen que aquí han ocurrido cosas a gente famosa que ya no está. Dicen que acá vivió Alberto Olmedo, el cómico que hizo reir a muchísima gente; también Rita, una señora famosa. Este barrio, Pichincha, es mi barrio. Así lo llamaron siempre los recuerdos hermosos para quienes los vivivieron. También aquí funcionaban trenes, venía mucha gente de todas partes. A los hombres los llamaban arrabaleros los cuales cuidaban a sus mujeres y las peleas eran con fajas; dicen que las mujeres, eran muy hermosas. Así me contaron mis tíos y abuelos. Rocío Cerejido, alumna de la Escuela Nº 56 Almafuertem de Rosario.
Jurgar en las plazas, peligro constante Todos los fines de semana voy a casa de mi primo. Casi siempre vamos a la plaza de la esquina de su casa pero nos vamos cuando vienen chicos borrachos, no dudamos en irnos.¡ Es peligroso! ¿Por qué usan la plaza para tomar bebidas alcohólicas? Yo pido más seguridad. No es lindo ir a una plaza y al ratito tener que irnos. La plaza es para jugar, divertirnos y reirnos un rato. Además, tiran las botellas con el peligro de lastimarnos. Podrían cuidar y controlar los parques y las palazas para que los niños podamos ejercer nuestro derecho de jugar y divertinos. Priscila Gilio, alumna de 5º año de la EGB de la Escuela Provincia de San Luis de Rosario.
El alcoholismo Tengo 15 años y me gustaría expresarme en estas líneas sobre una problemática muy grave: el alcoholismo, que afecta a muchas personas y sobre todo a los adolescentes como yo. Hace poco tiempo que salgo, que voy a la disco con mis amigos. Yo pensaba que esto se daba tan sólo en las grandes ciudades, como Córdoba o Rosario, por nombrar algunas. Pero me doy cuenta que no es así , que en mi ciudad también ocurre y en gran medida. Nuestra disco es una de las pocas en la zona, es por esto que muchos jóvenes vienen a nuestra ciudad. Sábado más sábado se reportan accidentes de jóvenes alcoholizados a la salida del boliche, algunos de poca gravedad y otros con mayor. Me gustaría que todos tomemos conciencia y reflexionemos sobre la gravedad de lo que estamos haciendo y cambiames nuestras actitudes. Paola Sosa, alumna del 4º años ecudnario del Instituto José Manuel Estrada de Corral de Bustos.
Colectivos impuntuales A mí no me gusta cuando los colectivos tardan, porque llegamos tarde a donde vamos. Tampoco cuando en el colectivo hay mucha gente, porque vamos muy apretados. Me gustaría que esta situación cambie para poder viajar más cómodos. Daiana Daniel Galeano, alumna de 6º año EGB de la Escuela Almafuerte, de Rosario
Seguridad escolar Escribimos esta carta para reclamar a la Municipalidad la seguridad escolar. Para ello necesitamos que envíen algunos inspectores de tránsito o personal de la Guardia Urbana para ayudar a los alumnos a cruzar la tan transitada avenida Alberdi, y darnos más seguridad en el horario de entrada y de salida de la escuela. Dafne Cornaglia, Manuela Smith, Nahir Díaz, Ruth Lazaro, Nicolás Jurado y Juan Orminis, alumnos de 6º año EGB de la Escuela Nº 107
El fútbol, ¿incita a la violencia? Los recientes hechos de violencia ocurridos durante los partidos de fútbol han hecho reflexionar sobre el origen social de este problema de los espectáculos deportivos. Los sucesos ya mencionados tienen su origen en el continuo estrés y cansancio que afecta al ciudadano común, provocando que este se “descargue” de sus tensiones y conflictos personales en la cancha. Lamentablemente, ese no es el sitio donde manifestar sus trastornos, sino que lo es el diván del psicólogo y, si las campañas de fútbol pacífico no se internalizan, habrá que solucionar este problema con las medidas penales necesarias, haciendo del fútbol lo que es: un juego para entretenerse y “pasarla bien” los domingos. Pedro Vivono y Matías Píccoli, alumnos de la Escuela Nº 1182 Nuestra Señora de Pompeya, de Rosario
Celulares en la escuela En la escuela prohiben el uso de los celulares a los alumnos, pero a veces en medio de las clases suenan los móviles de los profesores. Entonces, ¿cómo es? ¿Los profesores pueden hacer uso de sus celulares y los alumnos no? A nosotros nos los sacan, nos dicen que van a citar a nuestros padres, o que se los van a quedar, etcétera. Me parece que no es así, tiene que ser justos para ambas partes: si los chicos no pueden asistir con celulares al colegio, lo justo sería que los profesores tampoco. Valentina Baroldi, alumna del Colegio La Salle, de Rosario
Inseguridad en los boliches Tengo 15 años y los fines de semana voy a bailar. En los boliches debería haber más seguridad. La venta de alcohol a los menores es constante. Esto está mal, al igual que el tabaco que venden a los menores en los kioscos. Además dejan que entren los vendedores de drogas para ofrecerles a los que frecuentan los fines de semana los boliches. Y a la salida son notables los robos. Tendría que haber más policías para proteger nuestra seguridad en la vía pública. Jonatan Sanabria, alumno del Centro de Educación para Adultos Nº 97
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