Rosario recibe desde ayer el mejor básquet

Domingo Celsi / Ovación

Y Rosario volvió a primera. Después de los pasos de Provincial, Newell's Old Boys y Rosario Central por los distintos niveles de la Liga Nacional, la ciudad se dio anoche el gusto de recibir nuevamente a las figuras de la máxima competencia de básquetbol del país. Y por eso, las presencias de Boca Juniors, Libertad de Sunchales, Peñarol de Mar del Plata y Regatas Corrientes tienen un significado que excede lo deportivo.

Desde hace tiempo, eran muchos en la ciudad los que reclamaban por un hecho de estas características y con su concreción quedó demostrado que si se quiere es posible hacer de Rosario una plaza basquetbolística. Sólo queda que los que tienen que hacerlo tomen la decisión política correcta.

Un buen número de público, tal vez menos de lo esperado pero suficiente por ser la primera jornada, se dieron cita en el estadio cubierto de Newell's para observar en vivo a cuatro equipos que a priori van a estar en la pelea por el título de la Liga Nacional, cuando comience el próximo miércoles una nueva edición.

La Copa Argentina, el aperitivo de la liga, concita por este fin de semana en Rosario las miradas de todo el país, y por eso no extrañó por ejemplo que más de 100 marplatenses se hayan llegado a la ciudad para alentar al equipo de Carlos Romano. Pero más allá de los que vinieron de visita, el básquetbol rosarino dijo presente, ya que la mayoría de los entrenadores y muchos de los jugadores de los clubes locales, además de algunas glorias como el Buby Le Bihan, estuvieron en el gimnasio del parque Independencia para observar de cerca a aquellos a los que por lo general siguen a través de la pantalla de televisión, entre otros el mundialista y campeón olímpico Leo Gutiérrez.

También fue bueno observar a los rosarinos Hernando Salles y Roberto López, ambos en Regatas Corrientes.

Por ser el primer día, la organización sacó un aprobado ya que no hubo mayores inconvenientes tanto para el público como para la prensa, pero habrá que esperar a que llegue la jornada de mañana, el día decisivo, en el que seguramente el estadio estará como todos pretenden verlo.

Muchos querían básquet de primera y lo tienen. Ahora tendrán que ser ellos los que le den el apoyo necesario a una iniciativa por la que muchos estuvieron trabajando durante varios meses.