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 sábado, 30 de septiembre de 2006  
29 de junio de 1975, el día que Apple "comenzó a cambiar el mundo"

Nueva York.- Había una animada conversación cuando los revolucionarios se reunieron en un garaje de Menlo Park, California; pero en un principio pocos de ellos realmente sabían que iban a cambiar al mundo.

Y, sin embargo, al cabo de un año de esa primera reunión en el Club de Computadoras Homebrew el 5 de marzo de 1975, una computadora estaba en las manos de los consumidores por sólo unos cuantos cientos de dólares y la revolución del ordenador personal estaba en marcha.

Steve Wozniak afirmó que esa reunión lo inspiró a diseñar y construir la primera computadora Apple, pero que él casi no asiste a dicho encuentro. “Era tímido y sentía que sabía poco sobre los últimos desarrollos en computadoras”, recordó.

La timidez es un tema para Wozniak. En el dúo detrás de Apple Computer, él es “el otro Steve”, el retraído ingeniero del excesivamente desenvuelto genio mercantil de Steve Jobs.

Mientras que Jobs, ahora responsable del éxito del iPod de Apple, es un nombre muy conocido, el otro Steve se ha contentado con permanecer fuera del foco de atención, hasta ahora.

En un libro titulado “iWoz”, Wozniak busca contar la historia del lado del ingeniero y dejar algunas cosas en claro.

Para él, el día que definió a la computadora personal fue el 29 de junio de 1975, la primera vez que tipeó un caracter en un teclado y lo vio aparecer en la pantalla.

“Toda computadora previa a la Apple I tenía ese panel frontal de interruptores y luces. Toda computadora desde entonces ha tenido un teclado y una pantalla”, contó.


El Mago de Woz
Para lo que se denominaría la Apple I, Wozniak (conocido tanto como Woz o como el Mago de Woz) unió placas de circuitos y Jobs las vendió a 500 dólares cada una a una nueva tienda de computadoras, el Byte Shop en Mountain View, California.

“Hay historias que dicen que Steve (Jobs) y yo armamos esas primeras computadoras juntos”, escribió él. “Las hice yo solo”, afirmó.

Para 1977, el dúo había presentado la Apple II, todavía reconocible como una computadora personal incluso hoy en día, y había vendido 2 millones para cuando fue sustituida por la Macintosh.

A medida de que Apple se convertía en una enorme compañía, Wozniak evitaba los puestos gerenciales y trabajaba en un cubículo junto a otros ingenieros, aunque era su co-fundador.

Un incidente que todavía le irrita es el modo en que su salida de Apple en 1985 fue reportada en la prensa. El hecho de que no estaba satisfecho con cómo le iba a Apple no fue un factor, dijo, y aclaró que se fue únicamente para poder comenzar su propia compañía.

Todavía figura en la nómica de Apple y a veces representa a la compañía en eventos.


Enemigos íntimos
Aún lo tiene a Jobs entre sus amigos y en una entrevista dijo que cualquier diferencia entre ellos era muy menor y un “poco malinterpretada”. Pero su libro relata algunas perlas de su larga amistad, incluyendo una controversia por la tarifa de un juego llamado “Breakout” en los primeros días y otro incidente en el que Jobs bloqueó una compañía de diseño para que no trabajara con Wozniak.

Wozniak también dijo que Jobs se negó a escribir el prólogo del libro. Un portavoz de Apple se negó a formular declaraciones.

“iWoz” invita a hacer una comparación con Jobs, quien a veces se ha llamado a sí mismo “iCEO” desde su regreso a Apple como presidente ejecutivo interino en 1997.

Wozniak, un hombre con aspecto de oso y 55 años, mantiene la inocencia del genio informático que en 1975 era demasiado tímido para hablar en las reuniones del club de computadoras y quien estaba feliz de compartir sus diseños para la primera Apple con sus miembros.

En los hechos nunca pareció aspirar a tener una enorme riqueza. A lo largo del camino, él ha enseñado en escuelas públicas y ha gastado millones de dólares de su propio dinero para financiar conciertos de rock.

Y les vendió acciones baratas a otros ingenieros de Apple previo a que la compañía empezara a cotizar en bolsa exitosamente en 1980 para que ellos pudieran disfrutar de las ganancias.

De su experiencia, él les recomienda a los inventores potenciales de hoy en día que eviten a las compañías grandes y estructuradas, donde hay menos libertad de acción para convertir ideas inteligentes en nuevos productos revolucionarios.

“Sí, un persona que es técnica, un poco nerd, no muy social, simplemente puede hacer algunas cosas con sentido común y hacer que resulten geniales”, dijo. (Reuters)


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