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Julio Iglesias canta una colección de hits de la canción norteamericana

En "Romantic Classics" el español interpreta temas de Elvis, Bee Gees, The Cars y hasta de Foreigner

La fórmula la popularizó en 1999 George Michael con aquel álbum "Songs From the Last Century" y Paul Anka con su disco de covers "Rock Swings" , uno de los muy buenos CDs editados en 2005. Ahora, la idea la retomó el español Julio Iglesias, que acaba de editar "Romantic Classics", una colección de once versiones de grandes éxitos de la música norteamericana, del pop, el country, el rock y hasta la new wave de los últimos 50 años.

Hacía 12 años que la estrella española de la canción no editaba un álbum en inglés, desde "Crazy" y, en síntesis, "Romantic Classics" incluye una colección de canciones de amor modernas de las décadas de los 60, 70 y 80.

Títulos como "Drive", de laos ochentosos The Cars; "Careless Whisper", el clásico romántico de George Michael para su dúo "Wham!"; "Right Here Waiting", de Richard Marx, y "Waiting For A Girl Like You" y "I Want To Know What Love Is", de la banda de hard rock Foreigner, pasaron por la garganta de Iglesias. El lado más popular del CD son los temas de Elvis Presley, Harry Nilsson y Los Bee Gees, "Always On My Mind", "Everybody's Talking" y "How Can You Mend A Broken Heart?".

El propio Iglesias explicó su estrategia a los medios europeos: "Sin tener en cuenta la época o el estilo, todas estas canciones tienen en común que hablan de las distintas etapas que se viven en una relación amorosa, desde el enamoramiento y la pasión, hasta la ruptura o la traición. Todas tienen melodías irresistibles".

El cantante añadió que no ve grandes diferencias entre la intensidad de temas de The Cars o Frank Sinatra, o de Richard Marx con Elvis Presley. Pero "Romantic Classics" también guarda otra intención: la idea del disco fue deslizada por Julio Iglesias Puga, padre del cantante, un par de meses antes de morir a causa de un paro cardíaco, en diciembre del año pasado. "Antes de fallecer, mi padre me insistió mucho para que hiciera un álbum en inglés. En cierta medida, este proyecto es un trabajo dedicado a su memoria", comentó Iglesias.

"Se sentiría muy contento -añadió-. Mi padre era un romántico y estas canciones hubiesen sido de su agrado. Ahora, al estar promocionando por todo el mundo el disco que él quería hace que me acuerde más de él. No hay que olvidar que cuando yo estuve gravemente enfermo y todavía no había empezado en la música, mi padre abandonó durante un año su profesión para ayudarme en la rehabilitación. Día tras día conmigo en las playas de La Carihuela o en Benidorm desde la mañana, para que yo no quedara paralítico", recordó el ídolo español.

El cantante, que grabó este disco durante cinco meses en los estudios de Punta Cana, Miami y Los Angeles, junto al productor Albert Hammond, también dijo: "No puedo hacer otra cosa que dar gracias a Dios por tener una profesión en la que soy respetado y que tras varias décadas, en las que he intentado siempre aprender un poco más, mantengo la misma ilusión, las ganas de triunfar y ser querido".

Iglesias dedicó el disco a su padre recientemente fallecido.