Un nuevo caso de proxenetismo en la capital provincial

Dos chicas santafesinas lograron escapar de un burdel santiagueño

Dijeron que fueron engañadas hace 9 meses y que las iban a enviar a España

Jorge Sansó de la Madrid / La Capital

Santa Fe.- Dos chicas, de 19 y 21 años, fueron rescatadas por el padre de una de ellas de un burdel de Santiago del Estero al que habían sido llevadas bajo engaño, mantenidas en cautiverio y obligadas a prostituirse. La colaboración de un cliente del lugar que facilitó su celular para que una de las jóvenes se comunicara con sus familiares les abrió las puertas a la libertad y evitó que las enviaran a España con documentos falsos, según la denuncia que investiga el juez de Instrucción número 7, Diego De La Torre.

Las historias de Romina y María son parecidas. Las dos viven en el humilde y populoso barrio de Barranquitas, en la zona oeste de Santa Fe. Allí, una en diciembre y la otra en enero pasados, fueron engañadas por un hombre del vecindario al que habrían identificado como el Chino. Entonces, empezó para ellas un periplo aberrante del cual pudieron zafar nueve meses más tarde.

Hasta el momento, la Justicia cuenta con certezas respecto a los dos extremos de la historia. El primero de ellos fue la denuncia policial efectuada por Hilda, la madre de Romina, quien en enero pasado afirmó que su hija había sido subida por la fuerza a un auto por un vecino del barrio cuyos datos filiatorios suministró en la seccional 6ª. Desde entonces, la mujer perdió el rastro de la joven.

El otro extremo de la historia es el regreso de Romina a su hogar después de que un cliente le facilitara un celular y ella le mandara a su padre un desesperado mensaje de texto: "Papá, estoy en La Banda, Santiago del Estero, encerrada y obligada a ejercer la prostitución. Por favor, buscame porque me quieren llevar a España".

Entre uno y otro hecho el juez De La Torre intentará echar luz a la sucesión de acontecimientos y determinar las medidas a seguir para aclarar la historia y buscar a los culpables. Sin embargo, hasta ayer ninguna medida había tomado contra el identificado Chino, quien incluso habría estado en la casa de Romina la noche de anteayer amenazando a la familia para que retire la denuncia presentada.


Un celular prestado
Según contó Hilda a algunos medios santafesinos, su hija se asustó mucho cuando le habrían mostrado papeles falsos con los que ingresaría a España. Entonces, la chica consiguió que un cliente del burdel se apiadara de ella y le prestara su celular. Con el aparato se comunicó con su padre y el hombre partió raudamente hacia esa ciudad santiagueña en su auto.

Un nuevo mensaje que recibió el hombre en el camino permitiría el encuentro posterior. En tanto, Romina y su amiga esperaron que el prostíbulo cerrara sus puertas y quedaron expectantes para concretar la fuga. Así, cuando una empleada de limpieza llegó al local y abrió la puerta de la habitación donde las chicas estaban encerradas, la empujaron y ganaron la calle para correr hasta el auto donde las esperaba el papá. Tras ello, juntos fueron hasta la comisaría de La Banda donde presentaron la denuncia antes de retornar hacia Santa Fe.

Pero en el regreso de las jóvenes no todo fue feliz. Frente a la casa de Romina el juez dispuso una custodia policial permanente porque el sindicado Chino estuvo amenazando a su familia. "Les dijo que iban a matar al padre y quemarles la casa si no retiraban la denuncia", confió un vocero policial.

Ahora, el juez de Instrucción Diego Andrés De la Torre espera que su par de Santiago del Estero envíe las actuaciones iniciadas en el caso para conocer los avances que tuvo la causa en esa provincia.

María y Romina, ayer en la casa de Barranquitas a la que volvieron el viernes.