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domingo,
10 de
septiembre de
2006 |
Datos útiles
Cómo llegar: La aerolínea brasileña Gol vuela dos veces por semana de Rosario a Río de Janeiro, con escala en Porto Alegre, con tarifas de bajo costo. Desde Río hay que trasladarse por vía terrestre hasta Mangaratiba (dos horas) o Angra dos Reis (tres horas), y allí tomar el ferry o una lancha privada a Puerto Abraáo. El ferry sale del continente y regresa una vez por día, y el viaje dura alrededor de una hora y media. No sale los feriados. Antes de viajar hay que consultar los horarios.
Dónde alojarse: En toda la isla hay unas 65 posadas de distintas categorías y precios, la mayoría en Puerto Abraáo. En ese lugar también hay un camping con todos los servicios a media cuadra del mar y en pleno centro.
Qué hacer: Excursiones por toda la isla a través de senderos selváticos (se puede contratar un guía o hacerlo solo, ya que todo está muy bien señalizado). La vuelta completa puede durar entre cuatro y seis días y se recomienda hacerlo con guías. Desde Puerto Abraáo salen paseos en barco hacia todas las playas. Se puede hacer buceo, snorkeling y deportes acuáticos. También se puede subir hasta el Pico del Papagayo, el segundo cerro más alto de la isla, de 984 metros.
Dónde comer: En Abraáo hay una muy buena variedad de restaurantes, incluso de comida internacional. En otras playas, como en Ensenada de las Estrellas, Saco de Ceu y Japariz, también se puede disfrutar de excelentes platos en bahías paradisíacas, aunque hasta allí sólo se llega en barco. Destacan los frutos de mar y las frutas y jugos de la zona.
Vida nocturna: En Abraáo hay un par de pubs. Son imperdibles las caminatas por la bahía, las callecitas sinuosas y el embarcadero. Las otras playas sólo invitan a la contemplación de la naturaleza y el descanso. La iglesia y el casco antiguo, donde vive la mayoría de los lugareños, son opciones interesantes.
Lo que hay que saber: No hay bancos ni cajeros automáticos. En Abraáo hay un puesto de salud que funciona las 24 horas.
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