Un premio nobel contra las cuerdas

El escritor alemán y Premio Nobel de Literatura Gunter Grass reconoció que está pasando "tiempos difíciles" pero que no rehuirá al debate que desencadenó con su reciente confesión de haber integrado un grupo paramilitar de élite del nazismo, en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial.

Grass, de 78 años, habló en Berlín en la presentación oficial de su autobiografía "Pelando la cebolla" por parte de la editorial Steidl.

"No ha sido nada fácil lo que he vivido en los últimos tiempos, pero sigo de pie y voy a seguir abriendo la boca para decir las cosas que tenga que decir", dijo Grass en el teatro Berliner Ensemble, comentando los críticas que recibió por aquellos que consideran que su confesión llegó demasiado tarde.

Grass recuerda su niñez y su juventud, incluyendo los últimos meses de la Segunda Guerra, cuando ingresó a los comandos de las SS, luego que le vetaran el ingreso como voluntario a la flota de submarinos de la Armada del Tercer Reich.

El libro salió a la venta en Alemania hace dos semanas y se ha convertido en un bestseller, en parte debido a la publicidad generada por su revelación tras mantenerla en silencio durante seis décadas. En los próximos meses la autobiografía será traducida a veinte idiomas.

Fuera del teatro, un pequeño grupo de manifestantes mostraba un cartel con los colores de la bandera alemana y la inscripción "GraSS: tú eres Alemania", y sobre ésta se encontraba pintada una cebolla en forma del casco nazi.

Los críticos de Grass le reprochan haber mantenido en las últimas seis décadas una "doble moral", ya que por un lado se erigió como una las instancias morales de mayor autoridad de la sociedad alemana, atacando a la generación de los nazis, pero al mismo ocultó su propia verdad.

Grass, quien cumplirá 79 años el 16 de octubre, reconoció que no contaba con reacciones tan virulentas. "No pensé que críticos literarios argumentarían tan por debajo de su propio nivel", aseveró con la ovación del público.