Tema de la semana

El país necesita más energía para poder seguir creciendo

El crecimiento de la economía argentina y la falta de inversión en el sector energético han puesto al país al borde de la emergencia para satisfacer la necesidad de los particulares y de las industrias. Por esa razón, el gobierno nacional se adelantó a un posible colapso del sistema y dispuso una medida tan original como polémica: los grandes consumidores deberán proveerse de energía por sus propios medios cuando el consumo supere sus propios registros de 2005.

  La disposición se conoció oficialmente esta semana y regirá a partir del 1º de noviembre, justo cuando comienzan los primeros calores primaverales que, al acentuarse durante el verano, complicarán aún más la situación.

  Las empresas que deberán arreglárselas por su cuenta para conseguir energía son unas cinco mil en todo el país. Tendrán varias opciones para suplir la falta de abastecimiento habitual: a través de máquinas generadoras, por medio de la compra al mercado mayorista o apelando a quienes produzcan electricidad y tengan sobrante para venderla. Por supuesto que el precio no será el mismo y seguramente esa alza incidirá en el costo de producción.

  Yacyretá, Salto Grande, Embalse y Atucha, las centrales estatales de energía, tendrán como prioridad ofrecer electricidad a las viviendas particulares, pequeñas empresas, organismos oficiales y alumbrado público. El gobierno intenta que los que consumen menos energía no tengan dificultades serias durante la temporada estival.

  Sin embargo, es muy difícil hacer un pronóstico de lo que ocurrirá con la demanda de energía a partir de que comiencen los meses de calor. Dependerá de muchos factores, entre ellos el clima y la marcha de la economía.

  Luego del colapso de 2001, el país viene registrando una franca recuperación en su Producto Bruto Interno (PBI) que lo posiciona entre los más altos del mundo, con cifras cercanas a los dos dígitos. Esa mejora se traduce en un aumento de la inversión y producción en todos los sectores de la industria, que es la que más demanda energía eléctrica. Pero este fuerte repunte no fue acompañado lo suficiente con las inversiones que necesita el área energética para abastecer los crecientes requerimientos. Es cierto que el gobierno ha reaccionado y tiene planes de obras que aumentarán la capacidad de generación, pero ello demandará algún tiempo.

  En el caso de las viviendas particulares, también hubo un factor determinante para que el consumo por habitante se incrementara en los últimos dos años: la masiva venta de acondicionadores de aire, en varias provincias, puso en riesgo a todo el sistema interconectado de electricidad. Para este verano el panorama difícilmente tienda a ceder, y, a la par que los equipos bajan de precio mientras siguen en marcha planes de financiación, la necesidad de más energía se torna imperativa. Miles y miles de aparatos se conectan anualmente en todo el país.

  El crecimiento, en todos los órdenes de la vida, trae complicaciones aunque también satisfacciones. La Argentina requiere más energía para seguir adelante su proceso de recuperación y el gobierno tiene la obligación de suministrarla. Mientras tanto, medidas restrictivas como estas sólo pueden ser momentáneas. Lo único que sirve a largo plazo es acelerar el proceso de inversiones para que se pueda generar más electricidad y abastecer a todos los que la soliciten.