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domingo,
10 de
septiembre de
2006 |
Panorama político
Obeid ya tiene candidato, ¿y el justicialismo?
Por Mauricio Maronna / La Capital
Jorge Obeid ya tiene su candidato para la sucesión. Rafael Bielsa salió de la Casa Gris aupado por el gobernador, quien lo consideró como alguien "con valor agregado" en la grilla del justicialismo, en la que también se ubican Agustín Rossi y Omar Perotti.
El ex canciller, quien reclama una decisión rápida y por consenso para convertirse en el rival de Hermes Binner, consiguió (por ahora) que el funcionario de más alto rango de la pirámide provincial lo apoye en su cruzada, lo que no es poco.
Bielsa es el candidato del gobernador, del obeidismo, pero aún falta que sea el postulante del peronismo santafesino en su totalidad, tal como pide en cada aparición pública.
La administración provincial atraviesa su mejor momento desde el 10 de diciembre de 2003, con obras al por mayor, y sigue contribuyendo en gran forma al crecimiento macroeconómico nacional. Pero, así como no hay una gran novela sin un final igualmente superlativo, nada habrá de epopeya si Obeid no le coloca la banda a otro peronista en el 2007. Lo sabe mejor que nadie el gobernador. Y decidió jugar su ficha.
El barbado jurista está cumpliendo con lo que Néstor Kirchner le recomendó: recorrer la provincia cinco veces. "Como hice yo para ganar Santa Cruz", ejemplificó el presidente. Y en esa misión está Bielsa, aprendiendo que los pliegues de la bota son más imbricados que los cien barrios porteños.
Casi a la misma hora en que el ex titular del Palacio San Martín enfrentaba al enjambre de movileros ubicado en las escalinatas del Palacio de Gobierno, Perotti recibía con rictus amargo la novedad del "valor agregado" con el que Obeid calificaba a su visitante. Rossi, mientras tanto, subía el kilometraje de su automóvil presentando su Instituto de Políticas Públicas en el norte provincial. El hecho de que Binner tenga casi cuatro años de campaña permanente (candidato a gobernador en el 2003, a diputado nacional en el 2005 y ahora nuevamente a la Casa Gris) acelera los tiempos de Bielsa, Perotti y Rossi. Aunque al común de los santafesinos le importe poco este juego de instalación.
El jefe del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria, en paralelo, mantiene una férrea vocación militante pese a las bajas que ha experimentado en su sector. La vicegobernadora María Eugenia Bielsa (su candidata natural a intendenta) más tarde o más temprano abrevará en la misma capilla interna que la que su apellido sugiere y la Liga de Intendentes, conducida por el eterno operador Juan Carlos Mazzón, ha decidido pasarse al bielsismo. Carlos Reutemann se desentiende de las pintadas y las obleas que se han multiplicado, en un intento por fogonear el operativo retorno, y levantó la voz para desactivar el acto-festejo por su rutilante aparición en la política santafesina.
"No ha variado un ápice mi posición. Mi candidatura a gobernador está dos metros bajo tierra, resguardada con cemento. Y hasta le puedo conceder a los que me hacen operaciones en contra todo el tiempo -y sé muy bien quiénes son- que, hoy, hasta tiene una lápida...". Cuando el interlocutor intenta citarle aquello de "cantando al sol como la cigarra después de un año bajo la tierra", el Lole redobla su "no". Lo hace de una manera inesperada: "Se lo digo en inglés. «Six feet under»". Y estalla en una carcajada. "Six feet under" o "A dos metros bajo tierra" fue una exitosísima serie de televisión estadounidense de 63 episodios, emitida por HBO, que hizo las delicias de gente pretendidamente cool.
Unos días antes había confesado que sentía "vergüenza del justicialismo santafesino". Para él, resulta inconcebible "que la política local sea manejada por alguien que no es de la provincia, y que ya fracasó en elecciones anteriores". Al tanto de lo que sucede en todos los distritos, cita el ejemplo entrerriano, donde el gobernador Jorge Busti "hace dos años que promociona a su ministro de Gobierno como candidato a sucederlo; lo muestra, lo pasea y hasta tiene casi decidido traccionarle votos desde una banca a diputado provincial".
Cuando se le pregunta por qué él no hace algo parecido vuelve otra vez, con un buen humor sorprendente. Y aclara: "No soy gobernador, ni tengo cargo alguno en el PJ provincial. ¿Si hay una reunión pendiente con el presidente? Ya le dije que no, y no hay que hacerle perder el tiempo a Kirchner. Las puertas de su despacho están abiertas solamente para los que le dicen que sí. Yo ya dije que no". Y caen los cortinados, como decía un antiguo relator de boxeo.
Es más, Reutemann recibió la noticia de que sería invitado por Kirchner a su próximo viaje a EEUU. El senador le dijo a su par Nicolás Fernández que lo mejor "es que no vaya, porque van a empezar las especulaciones" sobre su candidatura santafesina. Y parece que no irá.
Bielsa, Rossi y Perotti son los nombres en carrera. No hay nadie más, aunque los socialistas creen (perspicaces) que la estrategia del ex gobernador pasa por la fábula de "Caperucita y el lobo", y el reutemismo se aferra al tema del grupo de rock Las Pelotas: "Esperando el milagro".
En Santa Fe no pasa una semana sin que una nueva polémica electoral detone en el corazón mismo del poder. Nadie sabe quién, pero alguien habló de una posible modificación del más que falible actual sistema. La dirigencia política empezó a utilizar la palabra "neolemas" sin saber que para el oficialismo, al final del camino, traerá más sombras que luces. Se trata del esquema lucubrado y aplicado por Eduardo Duhalde para evitar que Carlos Menem ganase las internas y se convirtiera en el único candidato del PJ, y para que Kirchner pudiera llegar al ballottage.
Con neolemas, los votos no se suman ni los postulantes van cobijados por algún superlema. Si Binner fue el candidato más votado en el 2005, ¿qué traba encontraría para que sucediera lo contrario con este nuevo marco? Aquí, en verdad, aparece la ilusión de quebrar al Frente Progresista con alguna candidatura radical. Para el justicialismo la única posibilidad de triunfo radica en unificar a todos los sectores detrás de quien resulte el candidato a gobernador, evitando una máxima extraída de la primera página del manual de Maquiavelo: "El que pierde luego de una interna desgarradora o de una estrategia mal labrada no acompaña, conspira de la peor forma".
Lo cierto es que las declaraciones del ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, recordando que varios senadores del PJ se opusieron al actual sistema dividieron la tropa oficialista. "Maradona erró otro penal", salió al cruce el senador por el departamento General López, Ricardo Spinozzi. La Capital pudo saber que un influyente diputado provincial del peronismo convocó informalmente a una reunión de pares para escuchar propuestas de modificación al régimen.
Con la paciencia de la araña, los peronistas deberán esmerarse en reconstituir los tejidos y recordar que todo entuerto no resuelto se cobra su propia venganza. O que donde hubo fuego, heridas quedan.
Por el lado del Frente Progresista, malos tiempos le esperan a Felipe Michlig, presidente de la UCR santafesina. "El Gordo está en el horno. Si votamos, el desafuero está asegurado y las acusaciones en su contra tienen todo el sustento. El juez lo va a procesar y la Cámara no tendrá otra opción que expulsarlo. Pero nos llama la atención que algunos radicales estén más interesados que nosotros en que esto suceda", revela un legislador provincial peronista.
En el partido de Alem hay una lucha encarnizada por la candidatura a vicegobernador/a de Binner. Y el socialista marcó la cancha: "Debe ser de la ciudad de Santa Fe, y si es mujer, mucho mejor".
El ex intendente también mandó las ilusiones de Roberto Lavagna (y del alfonsinismo nacional y provincial) al callejón de los sueños rotos. "No constituye ninguna opción para el PS", despachó al otrora jefe de Economía, quien previamente había considerado que sería una muy buena noticia que el candidato del socialismo se convirtiera en gobernador. "Te equivocaste Roberto, el peronismo santafesino va a quedar herido después de las internas. La ambulancia tiene que pasar por allí", le dijo Juanjo Alvarez durante una sobremesa en el restaurante El General.
La política santafesina es un trofeo a conquistar por los pescadores de río revuelto. Los candidatos deberían recordar un adagio que la historia le adjudicó a Napoleón: "Vísteme despacio que estoy apurado".
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Jorge Obeid, Rafael Bielsa, Omar Perotti y Agustín Rossi.
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