Santiago del Estero: exoneran a 115 policías que estaban acuartelados

Santiago del Estero.- El gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, exoneró hoy a 115 efectivos de la policía provincial que están participando del autoacuartelamiento iniciado hace seis días por reclamos salariales, entre otras reivindicaciones.

Zamora informó esta tarde su determinación y estimó que los agentes de ese grupo “son los que están comandando” la protesta, ya que “los demás son retirados” de la fuerza.

Asimismo, el gobernador, en declaraciones a radio América, admitió que el autoacuartelamiento, con ocupación de la Jefatura de la fuerza, continuaba hoy, pero aseguró que esta tarde se reunieron “casi 10 mil personas en la plaza, repudiando esta actitud de la Policía”, mientras la Gendarmería vigilaba la zona.

Zamora señaló también que “he declarado en emergencia a la Policía”.

Asimismo, precisó que los rebeldes son efectivos que “lamentablemente, lo ha dicho el propio líder” son “delincuentes por necesidad”, indicó en referencia a declaraciones del comisario retirado Ricardo Gutiérrez.

Además, acusó a los manifestantes de haber “realizado actos que han constituido delitos” como la negativa a desalojar la Jefatura, la realización de “disparos en la calle amedrentando a la gente” y la “apología del delito” que a criterio del mandatario habría cometido Gutiérrez.

Este, dijo, aseguró a los medios, que “al cobrar tan poco 'estamos obligados a coimear y a delinquir y pedían que se levanten los sumarios o sanciones a policías que han cometido delitos”.

El mandatario exhortó a los rebeldes a que “por favor depongan esta actitud” y aquellos efectivos que ya no son policías porque fueron apartados que “depongan las armas porque están armados”, destacó.

En tanto, un grupo de policías rebeldes de Santiago del Estero lanzó gases lacrimógenos desde el interior de la Jefatura, lo que generó la violenta reacción de manifestantes que repudiaban el autoacuartelamiento, que se lanzaron contra la puerta del edificio para intentar abrirla.

La provocación generó que manifestantes que fueron convocados por el gobierno para repudiar a los autoacuertelados se lanzaran contra el edificio y rompieran parte del ingreso, mientras efectivos lanzaban golpes con palos desde el interior.