|
domingo,
10 de
septiembre de
2006 |
Clásica y moderna. La cantante habló de su nuevo disco "Encaje"
Adriana Varela: "Busqué los tangos que
están en la sombra, los
cracks que no llegaron"
La intérprete aseguró que el nuevo álbum es el
resultado de una búsqueda introspectiva y personal
Mauricio Bártoli / La Capital
Rara, pero encendida, Adriana Varela, se calzó botas, medias de red y un vestido tan negro como sensual para la presentación de "Encaje", su décimo disco que -lanzado este mes a la venta- remite al encastre que la cantante de tango buscó, y encontró, en letras de las décadas anteriores a 1940 y las posteriores a 1980. La hija artística del "Polaco" Goyeneche define que "este disco es la resultante de tanto viaje y de tanto escenario grande con mucho público, porque cuando volvía a mi casa sentía la necesidad de cantar al oído. En este disco, siento eso, que canto al oído, es mi necesidad".
A los 54 años, esta taurina con ascendiente en géminis dice en broma que "parece que los geminianos aparentan menos edad, yo en realidad tengo 80 años". Larga una carcajada y enseguida no puede evitar volver a su cruda franqueza: "La verdad es que tuve suerte porque en mi familia somos todos flacos. Además no me drogo, no chupo, el cigarrillo es un peligroso acompañante que me permito, porque además si no tendría la voz de Libertad Lamarque".
-¿Cómo encaja tu femineidad en el tango?
-Yo soy una mujer y las mujeres en el tango están sobredimensionadas por los autores, tan idealizadas que como no las pueden matar en el corazón, las matan en las letras. Y además, otra cosa, como la madre no hay. Y lo bien que hacen, porque no hay como la madre.
-¿Te pesa ser la voz de las mujeres en el tango?
-Sí, es una mochila muy pesada, pero yo no me hago cargo. Con todo el respeto del mundo, si me ponen esa mochila me la saco.
-Lo que decidiste ponerte es "encaje", un título muy femenino...
-Encaje tiene dos acepciones; una por el género textil, que es tan antiguo como vigente y fundamentalmente es transparente, además de romántico y sexy. Además, conceptualmente, la idea del repertorio del disco es que encajen temas de los años •20, •30, •40, •80, •90 y de este siglo. Quisimos que convivan unos con otros.
-¿Hubo un trazo central en la búsqueda de temas?
-Nunca es fácil buscar temas de un repertorio. Lo que pasa es que sí es fácil para mí sorprenderme porque como yo no vengo de este palo, voy metiéndome y para mí es como levantar la alfombra y ver si hay polvillo. Salgo a buscar los tangos que están en la oscuridad, los cracks que no llegaron, los que no están manidos. Esos son los que más me conmueven de los tangos de este disco.
-¿Así se engancha más gente joven?
-También, totalmente. La gente joven es la que hace la diferencia de boleterías en los teatros, tanto acá como en el resto del mundo.
-¿Buscás seducir a los jóvenes?
-Ojalá que sí. A los jóvenes y a los viejos. A mí me encanta la gente grande porque cautivarlas es un desafío ya que tienen mucha historia con el tango. Yo llevo el rock en la sangre y no lo disimulo. Con los jóvenes es más fácil porque van descubriendo el tango a la par mía.
-Ellos también comparan y eligen, entre una oferta muy variada...
-Bueno, eso es lo que tiene de bueno el tango, que como no es un género obligado por el mercado, ya que no es muy pasado por los medios masivos, el que llega a él es por elección.
-¿Te sentís una referente o aún te falta mucho?
-Me lo dicen? pero cuando me voy de acá me olvido instantáneamente. Igual, no me disgusta que a la gente le guste lo que hago. Yo me la pasé dando exámenes. La verdad que ahora estoy disfrutando. Es algo que me puedo ahora estoy disfrutando. Es algo que me puedo permitir recién ahora. No me planteo grandes desafíos.
-¿Cuál creés es la clave de tu éxito?
- Mi única cábala "dormir antes de cantar". Después, todo depende de lo que para uno sea el éxito. Para mí no es ser famosa o que el objetivo sea una tapa de revista. El éxito es la trascendencia más bien bajo perfil, que me hagan notas después del décimo trabajo. No pasa sólo por los dos minutos de fama, tiene que ver con como están tus hijos, como estás vos emocionalmente, lo otro es anecdótico.
-¿Qué es aggiornarse en el tango?
-Es no darse cuenta. Hay una posibilidad de acercarse afectivamente a esta música, y en ese afecto necesariamente tiene que haber no sólo la cosmética tanguera sino también sentirse realmente identificada con lo que sintieron desde siempre los intérpretes de tango.
-Pero también incluiste una letra de alguien desconocido...
-Sí, el tango "Chau", que cierra el disco, surgió de un poema de la madre de una amiga mía. La autora, Judith Gómez Bas, cumplió hace unos días 91 años y está hecha una pendex total. Ella lo escribió después de sus 80; me conmovió profundamente y le pedí que extendiera un poco la letra porque quería que fuera una canción. Le pedí a mí hijo de 26 años que compusiera la música y creo que quedó un inédito maravilloso.
-¿Extrañás la fonoaudiología?
-Es que el "Polaco" me obligó a cantar. En su momento no tuve tiempo de optar, tuve que definirme. Porque me dijo: "Donde vos vayas iré yo y donde yo vayas vos vendrás conmigo". No me dio tiempo.
-¿Cómo siguen tus búsquedas?
-Hay muchos proyectos. Con Cacho Castaña, que si está en Buenos Aires cantará conmigo en los shows del 15 y 16 de este mes (en el teatro Opera), Joaquín Sabina está escribiendo para que yo cante todo un disco de tangos con letras de él y con Jaime Roos hay planes para hacer otro disco.
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
"Las mujeres en el tango están sobredimensionadas por los autores", dijo Varela.
|
|
|