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 sábado, 12 de agosto de 2006  
¿Son excesivas las medidas de seguridad?

William J. Kole

Londres. - Ya no se puede llevar a un avión bebidas, ni pasta de diente, ni maquillaje. Tampoco aparatos electrónicos ni nada afilado. Esas son las severas medidas de seguridad impuestas tras el descubrimiento del complot. Pero muchos se preguntan si las medidas no son excesivas, y las quejas vienen principalmente de los pasajeros sometidos a angustiosas esperas, largas demoras e incómodas revisiones de seguridad.

Muchos expertos en antiterrorismo dudan que las medidas -impuestas debido a indicios de que los terroristas pensaban usar como detonantes sustancias químicas y aparatos eléctricos- se vuelvan permanentes.

Pero aún así las restricciones suscitan importantes preguntas: ¿Cómo determinar si son excesivas las medidas? ¿Cómo hacer para evitar ataques terroristas y al mismo tiempo permitir que la gente pueda viajar o trasladarse de un lugar a otro?

Para los usuarios comunes la pregunta es, ¿cuánto están dispuestos a soportar? Ya no se puede, por ejemplo, llevar en un avión computadoras portátiles, teléfonos celulares, Blackberrys, iPods, gel para el cabello, pasta de diente, agua potable, entre otros artículos. "Hay un intenso deseo por volver a la normalidad", admitió Christopher Langton, un experto en asuntos de terrorismo inglés.

El desafío que encaran los aeropuertos del mundo quedó al descubierto ayer, cuando el aeropuerto de Viena divulgó un estudio según el cual más de 1,7 millón de personas usó sus instalaciones sólo el mes pasado. Ni hablar de los millones más que pasan por el Heathrow de Londres o el JFK de Nueva York.

Las medidas de seguridad en el transporte aéreo se han endurecido desde los años 1970, cuando cundían los secuestros de aviones. Primero se instalaron detectores de metal y aparatos de inspección de equipaje.

Tras los ataques del 11-S de 2001 se prohibió entrar en aviones con navajas o cualquier objeto afilado, se colocó compuertas blindadas en las cabinas y se despachó a agentes encubiertos y armados en algunos vuelos. Luego de que un terrorista intentó detonar una bomba oculta en su zapato en un avión, se le exigió a los pasajeros quitarse el calzado para inspeccionarlo. (AP)
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