Pensar en plural

La organización Ecoclubes surgió en 1992 en localidades del sur de la provincia de Santa Fe, a partir de la movilización de chicos y jóvenes para implementar un plan de utilización productiva de los residuos sólidos domiciliarios. Estos grupos se encargaban de sensibilizar a la población para que separara sus residuos, posibilitando así el reciclado. Luego se extendieron a otras ciudades del país y en los años posteriores la organización se desarrolló por toda Latinoamérica.

Guillermo Lasala tiene 18 años y participa del área de relaciones institucionales de la sede nacional de Ecoclubes que funciona en Rosario: "Desde el 2000 nos empezamos a expandir por distintas ciudades y empezamos a ver que cada lugar tenía una realidad distinta, entonces nos propusimos trabajar para mejorar la calidad de vida en general, no sólo desde lo medioambiental sino en todo, en lo social, en lo cultural, en lo político", explica.

La tarea de los Ecoclubes encuentra su mejor respuesta en las localidades más pequeñas donde la gente se conoce más. Los chicos de distintas edades y escuelas se reencuentran en actividades extraescolares. En las grandes ciudades el trabajo es más complicado. La participación discontinua, la masividad y la individualidad propia de las grandes urbes hacen más difícil el encuentro, es por eso que no hay un solo lugar de funcionamiento: los Ecoclubes pueden multiplicarse y existir en barrios, en escuelas y en clubes.

"A raíz de la presentación del proyecto Aflatoon se formaron Ecoclubes en la escuela Bernardino Rivadavia, en el Colegio Verbo Encarnado y los chicos del Instituto Integral de Fisherton están en proceso de formación de un Ecoclub", cuenta Rosana Bustos.

Para formar o integrar un Ecoclub se necesita conformar un grupo y, aunque la advertencia parezca obvia, sus integrantes aclaran: "No se trata simplemente de estar agrupados, participar de un Ecoclub es estar decidido a pensar en plural, a repartir el esfuerzo, a dar y recibir apoyo, lo que proponemos es que los chicos empiecen el Ecoclub en la escuela y después puedan abrirse a otros jóvenes de la comunidad, no es de la escuela, funciona en la escuela", precisa Silvana Girardo, comunicadora social y presidenta de la Fundación Ecoclubes.

El principal objetivo de la organización es que los jóvenes participen para mejorar la calidad de vida. Si bien tienen cinco campañas nacionales permanentes sobre dengue, residuos, ozono, agua y arbolado, postulan que cada Ecoclub trabaje sobre los problemas de su zona, de su barrio, de su localidad. Pueden participar chicos desde la preadolescencia hasta los 25 años, lo cual es muy auspicioso ya que este tipo de problemáticas parecen sólo destinarse a chicos en edad escolar. La sede funciona en Mitre 1017, piso 7 oficina 2, el teléfono es 4265468, también se puede contactar al email: [email protected] o visitar la página www.ecoclubes.org.ar