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domingo,
30 de
julio de
2006 |
Escalada bélica. El ejército israelí abandonó Bin Yebil luego de una semana de duros combates con el grupo islámico
Israel rechazó una tregua y se retiró de un bastión de Hezbolá
Jerusalén desechó la propuesta de la ONU de frenar la guerra por 72 horas para permitir el auxilio a civiles
Tel Aviv/Beirut. - Israel rechazó la petición del coordinador de emergencia de la ONU, Jan Egeland, de decretar una "tregua humanitaria" de 72 horas en la guerra con el movimiento shiíta Hezbolá. Sin embargo, el gobierno israeli aceptó facilitar el establecimiento de corredores para atender a los civiles atrapados en el combate. El ejército israelí, en tanto, comenzó a retirarse de una importante plaza fuerte de Hezbolá en el sur del Líbano, donde esta semana sufrió fuertes bajas. Israel sin embargo continuó combatiendo en la zona sur del Líbano y realizando ataques aéreos. En uno de ellos destruyó el puesto aduanero de una carretera que une Líbano con Siria, la que debió ser cerrada. Israel alega que Hezbolá recibe abastecimientos desde Siria.
"La ayuda humanitaria ya llega a la gente a través de Naciones Unidas", dijo el vocero israelí Gideon Meir. Hezbolá utilizaría el alto el fuego para renovar sus provisiones de armas y municiones, agregó el vocero.
El coordinador de emergencia de la ONU, Jan Egeland, había dicho el viernes ante el Consejo de Seguridad en Nueva York que es necesario parar los combates para atender a heridos, niños y ancianos en las zonas críticas y sacarlos de ellas. Además, indicó, hay que abastecer con medicinas y otros suministros a los hospitales.
Retirada con sabor a derrota
El ejército israelí comenzó ayer a retirarse de Bin Yebil, una ciudad del sur de Líbano que fue centro de duros combates con Hezbolá durante la semana. Israel había afirmado que la ciudad cayó en su poder el martes, pero al día siguiente sufrió en la zona fuertes bajas, las peores de toda la guerra hasta ahora. El jefe del mando norte, general de división Uri Adam, aseguró que los objetivos en la zona estaban cumplidos y que por lo demás de la ciudad sólo quedaban "poco más que ruinas". Además, aunque Bin Yebil fue abandonada otras posiciones en la zona fueron "aseguradas" y la fuerza aérea continuará con sus ataques. Por otra parte, los soldados podrían regresar en cualquier momento. Pero estas declaraciones no pueden ocultar que Bin Yebil se parece bastante a una derrota para el ejército israelí, que planeaba crear en torno a la ciudad una cuña que dividiera en dos las líneas de Hezbolá en el sur del Líbano.
Hezbolá construyó en la zona de frontera una red de fortines y túneles blindados, muy difíciles de destruir o anular si no es con el envío masivo de infantería y aceptando un nivel alto de bajas, algo que el gobierno israelí no está dispuesto a admitir. El jueves, el jefe de Estado Mayor, general Dan Halutz, vio cómo el gabinete rechazaba su propuesta de aumentar el número de tropas en Líbano, un día después de que Hezbolá emboscara y matara a 9 soldados en Bin Yebil. Y aunque el viernes Israel aseguró que mató al menos a 27 milicianos en esta ciudad sin sufrir muertos, ayer llegó la orden de evacuar las posiciones. De todas formas, la operación en el bastión libanés no ha concluido aseguraron ayer diversas fuentes militares en Tel Aviv.
Nasrallah canta victoria
El carismático líder de Hezbolá, el jeque shiíta Hassan Nasrallah, no tardó en aprovechar la retirada de Bin Yebil para cantar victoria. En un discurso emitido por la televisión de Hezbolá Al Manar afirmó que Israel "no ha conseguido ningún triunfo militar hasta la fecha. Han tenido numerosos fracasos militares. Escaparon como ratas del campo de batalla". Agregó que "destruir la infraestructura no constituye un triunfo militar" y acusó a los israelíes de ocultar sus bajas.
Además advirtió que otras ciudades y pueblos israelíes serán atacados si Israel persiste en su "agresión" a Líbano. "Otros pueblos más allá de Haifa y Afula serán atacados", amenazó. Estas son las ciudades más meridionales que han sido golpeadas por los más de dos mil cohetes y misiles que Hezbolá ha lanzado desde que inició la actual ofensiva el 12 de julio.
En un mensaje que pareció un ultimátum al joven gobierno libanés (en el que Hezbolá tiene dos ministros) Nasrallah dijo: "Esperamos que nuestro gobierno permanezca unido y fuerte pero queremos que exprese con firmeza lo que los libaneses desean".
En otra acción militar significativa, la fuerza aérea israelí disparó misiles contra un puesto fronterizo libanés en el principal cruce a Siria. Esto obligó a cerrar el lugar por primera vez en 18 días de conflicto. Los cazas dispararon tres misiles que cayeron en el cruce de Masnaa, a unos 300 metros de un puesto de la aduana libanesa. El camino quedó cerrado en ambas direcciones. No se informó de bajas. El cruce de Masnaa se ha convertido en una ruta de escape para decenas de miles de libaneses que huyen por tierra a Siria.
Un portavoz de Hezbolá denunció que Israel emplea cada vez más drones, o aviones no tripulados, dotados con misiles en sus ataques. "No sólo hacen fotos aéreas, sino que también disparan munición de precisión contra los objetivos que persiguen", dijo. Un miembro del grupo shiíta consiguió escapar a uno de estos ataques en el sur de Beirut, cuando un avión no tripulado lanzó un misil contra su vehículo, según el portavoz.
Fuerza internacional
La conformación de una fuerza militar internacional a desplegar en el sur del Líbano fue analizada ayer por el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, en una reunión a puertas cerradas.
Varios gobiernos se declararon a favor del despliegue urgente de una fuerza de interposición como forma de lograr un cese de las hostilidades que comenzaron el 12 de julio y que causaron la muerte hasta hoy de unos 650 libaneses.
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Fotos
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Un tanque israelí entra al Líbano.
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