Roban súper chino y un policía les frustra la huida

Dos jóvenes se alzaron con dinero de un local de Grandoli al 3700. Para escapar debieron abandonar el botín

Un policía franco de servicio frustró un robo a un supermercado chino de la zona sudeste cuando, al salir de una peluquería, se topó con dos ladrones que escapaba con el cajón de una registradora en sus manos. Al recibir la voz de alto, uno de los asaltantes disparó varias veces un arma contra el agente, pero no funcionó. En tanto, su cómplice se trabó en un forcejeo con el policía y le provocó cortes en un brazo. Como resultado del hecho, los maleantes se desprendieron del dinero sustraído al súper y escaparon.

El intento de robo se registró a las 19.30 del sábado en el supermercado Sol, de Grandoli 3762, cuando dos hombres entraron al local y abordaron a un vigilador privado que estaba parado cerca de la puerta. Los maleantes le pidieron que se tirara al piso sin mirarlos y luego fueron a una de las cajas para apoderarse del cajón de la máquina registradora.

"Al vigilador privado lo tomaron por sorpresa por detrás. No lo amenazaron, y él no vio el arma. Cuando se reincorporó ya había ocurrido todo", reveló una fuente policial. De acuerdo a lo que reconstruyó la policía, el primero en salir del local fue el muchacho que llevaba el arma de fuego y el cajón con el dinero. Pero en la vereda se topó con Iván Tapia, un agente de 27 años de la Patrulla Urbana y que salía de una peluquería de la cuadra.

"Enseguida se dio cuenta de que el hombre salía de robar", dijo un vocero de la comisaría 16ª. El agente se identificó como policía y el ladrón arrojó al piso el dinero. Pero en ese momento salía del local su cómplice, quien se trabó en lucha con el efectivo tras sorprenderlo por la espalda. En medio del forcejeo, esgrimió un cuchillo y le provocó al agente algunos cortes en el brazo derecho, que forzaron al policía a soltar su arma reglamentaria.

Según las fuentes, mientras eso ocurría el otro maleante "gatilló en varias oportunidades" un revólver del que no salieron disparos. Entre tanto, el agente logró recuperar su pistola y efectuó un disparo intimidatorio al piso. Los ladrones se alejaron corriendo y en el camino arrojaron un revólver calibre 38 corto semioxidado, sin aptitud para el disparo.