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miércoles,
21 de
junio de
2006 |
El fantasma de la eliminación planea sobre Francia
El fantasma de la eliminación planea sobre la concentración de la selección de Francia en vísperas del encuentro de pasado mañana contra Togo, que definirá la clasificación a octavos de final por el Grupo G del Mundial.
Tras el 1-1 con Corea del Sur, las familias y novias tuvieron acceso al elegante Schlosshotel Muenchhausen para levantar el ánimo a los alicaídos jugadores. El dominó y el gameboy habían demostrado que no eran métodos idóneos para combatir la desazón.
El entrenador Raymond Domenech, quien no tiene precisamente fama de buen psicólogo, reconoció la necesidad del momento y canceló el entrenamiento de ayer para que sus pupilos se despejaran y repusieran de las críticas que llovieron al deslucido desempeño mundialista.
Para Domenech es fundamental evitar que se genere un ambiente de inseguridad, que pudiera derivar en una traumática reedición de la eliminación del Mundial pasado en la fase de grupos.
“Lo peor sería dudar. El que tenga la más mínima duda de que seguiremos adelante debería volverse a casa”, sostuvo el arquero Fabien Barthez. El guardameta está convencido de que no habrá reedición de la debacle de 2002.
“No, no va a pasar si creemos en nuestra fuerza, trabajamos duro y pensamos sólo en ganar”, opinó el jugador, que aspira a festejar su 35 cumpleaños el 28 de junio en Alemania.
Para Zinedine Zidane, en cambio, cumplir los 34 años justo el día del partido será algo triste. El capitán no podrá salir a la cancha por doble amonestación y podría haber jugado su último partido internacional si los “bleus” quedasen fuera del torneo.
La “Biblia” del fútbol francés, L'Equipe, trató de estimar el valor del mejor jugador francés para la selección a través de las estadísticas. En 104 partidos internacionales con Zidane hubo 70 victorias, 26 empates y ocho derrotas, mientras que en 49 encuentros sin el “maestro”, los franceses ganaron 30 veces, empataron once y perdieron ocho. En partidos de campeonato, el balance es el siguiente: 31-12-2 con Zidane y 17-8-5 sin Zidane.
Estos juegos de números tienen sin cuidado al genial jugador, que trató de buscarle el lado positivo al asunto: “En el Mundial de 1998 no estuve en dos partidos por tarjeta roja y después fuimos campeones”. Gracias a dos goles suyos de cabeza en el 3-0 de la final contra Brasil.
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El entrenador galo Raymond Domenech confía en la recuperación anímica de sus dirigidos.
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