La provincia intima a una empresa contaminante a cesar su actividad

Se trata de un depósito a cielo abierto de carbón mineral que funciona en el ejido urbano de General Lagos

Jorge Sansó de la Madrid / La Capital

General Lagos.- La empresa Carbón Industrial Argentino SA fue intimada por la Secretaría de Estado de Medio Ambiente de la provincia a cesar inmediatamente sus actividades. La medida debería poner fin a una historia de más de 13 años de denuncias y reclamos de los vecinos de esta localidad que vienen sufriendo las graves consecuencias de los efectos contaminantes de la planta carbonífera.

La decisión -que llega tras sucesivas sanciones, reclamos, advertencias y multas emitidas por las autoridades santafesinas en los últimos años, la Defensoría del Pueblo de la provincia y hasta de la Justicia en 1999- fue adoptada personalmente por el secretario de Medio Ambiente, Marcelo Terenzio, luego de visitar la zona el jueves pasado.

Ese mismo día el funcionario firmó la resolución que intima a la empresa a terminar de inmediato sus actividades hasta que resuelva su traslado fuera de un ámbito urbano o invierta en instalaciones de saneamiento que se requieren para actividades de esa clase, comúnmente llamadas "sucias" por sus efectos nocivos.

Carbón Industrial Argentino -proveedora de industrias siderúrgicas del país- posee sus depósitos de coque (carbón) a cielo abierto, lo que provoca que además de los vecinos cercanos a la planta el resto de toda la localidad de General Lagos deben respirar constantemente el dañino polvillo que el viento dispersa, y que habitualmente deposita a modo de lámina habitual sobre casas, autos, árboles y todo tipo de bienes y hasta alimentos.

Tal situación, que Terenzio comprobó personalmente y lo llevó decidir en el lugar que la empresa cese sus actividades, también lo movió a exigir el automático retiro de los depósitos de coque a cielo abierto, lo cual será constatado por una inspección de la repartición provincial que pasado mañana visitará la planta.

Si bien la situación descripta -tal como los denunció LaCapital en su edición del 14 de abril pasado- data desde hace mucho, la reciente reactivación económica del país contribuyó a que la cuestionada empresa en la que trabaja una veintena de empleados ampliara sus actividades y también sus instalaciones, pero con ello los efectos contaminantes que genera.

Por tal razón, las voces de reclamo se volvieron a alzar y los perjudicados recurrieron a este diario para denunciar el agravamiento de sus padecimientos habituales que llegados a oídos de las autoridades provinciales generaron la reacción que ayer el propio Terenzio confirmó a LaCapital.

"Esta es una decisión que tomé personalmente después de que estuve en el lugar y pude constatar todo lo que está pasando. Frente a eso no queda espacio para otra decisión que no sea la inmediata paralización, de manera absoluta y preventiva, de la actividad de la empresa y eso fue lo que dispuse", dijo el funcionario al ser consultado sobre el problema ambiental.

Terenzio enfatizó que se trata de una determinación inquebrantable de su cartera y adelantó que ante la posibilidad de que los empresarios desoigan la intimación "está decidido que adoptemos todas las medidas que hagan falta. No tenemos facultad para clausurar la planta pero, de imponerse, requeriremos esa medida ante los organismo que sí la poseen e incluso no descartamos recurrir a la Justicia porque acá existe un caso palpable de ataque al ecosistema".

La gravedad del caso parece dada por la dureza asumida y admitida por la provincia, cuya política viene siendo la contemplación del gradualismo en materia ambiental respecto de las exigencias de inversión en saneamiento a las empresas contaminantes instaladas en el territorio santafesino.

Esto se explica, en parte, por dos antecedentes que también parecen jugar en contra de Carbón Industrial Argentino. Uno es el hecho de que el informe de impacto ambiental de sus instalaciones antiguas nunca logró aprobación por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y en el caso de las ampliaciones realizadas ni siquiera habría presentado tal informe. Aunque la planta posee una zona perimetral de importantes dimensiones, para los técnicos de la provincia no alcanza siquiera a mitigar los efectos contaminantes de los depósitos a cielo abierto de carbón.

Otro punto de confrontación parece ser el emplazamiento actual dentro de un ejido urbano, cuando la política oficial promociona el desarrollo de los parques y áreas industriales.

LaCapital consultó ayer a Terenzio sobre las consecuencias sociales que su decisión tendría. "Estamos frente a dos valores cuya gravitación es insoslayable, pero cuya preeminencia no nos genera duda alguna: la salud de población frente a la fuente laboral", dijo.

A renglón seguido aclaró que ello no implica subestimar el inconveniente que traerá aparejado para los trabajadores, por lo que dijo que tuvo conversaciones con la Secretaría de Trabajo. "Yo mismo estoy dispuesto a ofrecerme para las gestiones que se pudieran hacer para contemplar la situación de las personas que allí trabajan, que también son damnificados, pero sin que ello importe variar en nada la decisión de frenar por todos medios posibles esta actividad contaminante", especificó.

Preguntado sobre la reacción de los empresarios tras ser notificados de la intimación a cesar en la actividad, Terenzio reveló que "el viernes se quisieron poner en contacto con nosotros, pero nuestra respuesta fue ratificar nuestra política de hablar siempre con todos, pero que primero deben cesar toda la actividad".

El frente de la industria es una clara muestra de la contaminación ambiental que produce.