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 domingo, 18 de junio de 2006  
Efemérides
Un 18 de junio

Guillermo Zinni / La Capital

1847: Informan de la primera operación con éter en el país
Hasta principios del siglo XIX buenas dosis de coñac, opio o cocaína se utilizaban para atenuar los dolores en las operaciones hasta que el óxido nitroso y el éter se mostraron con propiedades anestésicas. En 1823 el médico Henry Hill Hickmann descubrió que el dióxido de carbono hacía perder la conciencia, pero que también podía matar a los pacientes. Ya en 1842 el doctor Crawford W. Long hizo inhalar éter a sus enfermos para operarlos sin que sintieran dolor, pero no se dio cuenta de la revolución que suponía esto ni se registró científicamente. Dos años después, el dentista Horace Wells descubrió los efectos anestésicos del gas hilarante. Recién el 16 de octubre de 1846 se produjo en Boston, EEUU, un hecho que cambió la historia de la cirugía: se llevó a cabo la primera operación oficial con anestesia -se usó gas éter- (foto), lo que quedó registrado en el libro "El siglo de los cirujanos", de Jürgen Thorwald. El paciente se llamaba Gilbert Abbot, al que le extirparon un tumor maxilar. Dos meses después el ejemplo había llegado a Europa y el 21 de diciembre de 1848 el doctor Robert Liston practicó una cirugía indolora a Frederick Churchill, a quien se le debió amputar una pierna. El método fue rápidamente asumido por las distintas especialidades de la medicina y en todas partes del mundo. En Brasil, más precisamente en Río de Janeiro, se habría realizado una operación con anestesia a principios de 1847. En nuestro país, uno de los mayores difusores de la nueva técnica fue el doctor Francisco Javier Muñiz, quien disponía de fuentes de información originales acerca del éter y el cloroformo utilizados como anestésicos. El 18 de junio de 1847, en la reunión anual de la Sociedad Filantrópica que se mantenía en el Hospital Inglés de Buenos Aires, el médico Juan Guillermo Mackenna informó que había realizado "la primera aplicación exitosa del éter en operaciones en esta ciudad" y en el país. Y agregó: "Nos sentimos capaces para confirmar el sorprendente hecho de que la inhalación de ese espíritu volátil a través de la boca y de la nariz produce un estado de inconsciencia, de modo tal que las más serias operaciones quirúrgicas pueden ser llevadas a efecto sin dolor. Desde entonces ha sido empleado con éxito en varias ocasiones y un nuevo descubrimiento llamado cloroformo ha sido también usado en el caso de una mujer para operarle sin dolor el fémur fracturado y con el resultado más satisfactorio".

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