Año CXXXVII Nº 49144
La Ciudad
Política
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales
Ovación Mundial


suplementos
ediciones anteriores
Página Solidaria 14/06
Turismo 11/06
Mujer 11/06
Economía 11/06
Escenario 11/06
Señales 11/06
Educación 10/06
Autos 25/05

contacto

servicios
Institucional

 domingo, 18 de junio de 2006  
Unos 5,3 millones de personas votan en referéndum sobre más autonomía
Cataluña: ¿amenaza a la unidad de España?

Jorge Vogelsanger

Madrid. - Para unos, se trata del principio del fin de la unidad de España, para otros, es un viejo sueño que se hace realidad: hoy, unos 5,3 millones de catalanes están llamados a votar en referéndum si aceptan o no la reforma del controvertido Estatuto de Autonomía de la región económicamente más próspera de España.

El Estatuto, aprobado ya por el Parlamento español, otorga a los catalanes más autonomía frente al gobierno central en cuestiones políticas y financieras, pero no pone en duda su pertenencia a España.

Pocas iniciativas han generado tanta controversia en la historia reciente de España. La oposición conservadora ve en el Estatuto de Autonomía un serio peligro para el orden estatal. Según el presidente del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, el "Estatut", como se conoce por su nombre catalán, divide el país y da alas al nacionalismo más radical.

Su antecesor al frente de la formación conservadora, el ex presidente del gobierno español José María Aznar, advirtió incluso del peligro de una "balcanización" en España, en alusión a la desmembración de la antigua Yugoslavia. La derecha conservadora española teme que la aprobación del referéndum desencadene el inicio del fin del Estado español, un mosaico de pueblos con diversas culturas, idiomas y costumbres.

El PP recogió cuatro millones de firmas para poder convocar un referéndum sobre la reforma del Estatuto en toda España, pero la iniciativa fracasó en el Parlamento español, que rechazó la propuesta. Ahora, el partido amenaza con recurrir el texto ante el Tribunal Constitucional.


Pluralidad o balcanización
En cambio, para el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el "Estatut" es un reflejo de la España moderna y de la pluralidad del país. En opinión del gobernante socialista, la norma no es un peligro para la unidad de España, sino todo lo contrario, ya que otorgar una mayor autonomía a las distintas regiones cohesiona el país. Eso sí, Zapatero coincide con el PP en rechazar las aspiraciones independentistas, como en el caso del País Vasco.

Los Estatutos de Autonomía son textos con carácter constitucional, normas institucionales básicas de cada una de las 17 Comunidades Autónomas españolas.

Uno de los puntos más controvertidos en la reforma del Estatuto catalán fue la pretensión del gobierno regional catalán, conducido por el socialista Pasqual Maragall, de catalogar a esta región del noreste de España como una "nación". Al final, en el preámbulo del texto que votan hoy los catalanes sólo se incluye que Cataluña se entiende a sí misma como tal.

Sin embargo, la bandera y el himno catalanes se reconocen como "símbolos nacionales" y se refuerza la lengua catalana, que junto con el castellano es ya cooficial en la región. Además, Cataluña podrá disponer en mayor medida de los ingresos fiscales y tendrá una mayor autonomía en el campo judicial.

Para la derecha, todo esto es una provocación, si bien la versión aprobada por el Parlamento español es mucho más tibia que la que había salido aprobada antes por el Parlamento regional en Barcelona.

Y precisamente esa rebaja en las pretensiones fue la que condujo a la ruptura del gobierno tripartito catalán. Para Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que defiende a largo plazo la independencia de la región de 6,8 millones de habitantes, la nueva versión no iba lo suficientemente lejos.

Al igual que el PP, decidió hacer campaña a favor del "no" en el referéndum, y por eso, Maragall decidió expulsarlos del gobierno que integraban junto a los socialistas catalanes (PSC) y los ecosocialistas de Iniciativa per Catalunya-Els Verds (ICV). Está previsto que en otoño se celebren por eso elecciones autonómicas anticipadas.


Rebaja en las pretensiones
El "sí" al nuevo Estatuto lo defienden, ademas del PSC e ICV, los nacionalistas moderados de Convergencia i Unió (CiU), que fueron los que pactaron con Zapatero la versión más tibia del "Estatut".

Según las encuestas recientes, aproximadamente el 70% de los catalanes pretende ratificar el "Estatut" en las urnas. No obstante, el campo del "sí" teme que la participación sea baja. Una victoria ajustada sería un planchazo para Maragall -y por ende para Zapatero-, sobre todo teniendo en cuenta que el anterior Estatuto de Autonomía catalán fue ratificado en 1979 por el 88% de los votantes. (DPA)
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados