En Foco. El empleo en negro en la región

En el Gran Rosario el 74,2% de la población ocupada es asalariada y un 42,9% está en negro. Las cifras difundidas la semana que pasó por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) son contundentes y alarmantes. En una ciudad que supo asimilar más rápidamente que el resto el rebote de la economía, motorizada fundamentalmente por el agro y la industria, los números del trabajo informal desnudan con más crudeza una de las grandes materias pendientes en la que comparten culpas el sector empresario y el gobierno.

El primero porque, amparado en el esquema de achique de costos que tanto se arraigó la ideología de los 90, insiste con el argumento de que dar trabajo es una actitud por demás valorable en la Argentina, aunque no se detenga a mirar la calidad, que en definitiva es pensar que detrás de la variable "mano de obra" están los seres humanos, los trabajadores.

El segundo es quizás responsable por mano doble. Por un lado el propio Estado como empleador esconde detrás de las pasantías o los contratos una forma velada de trabajo informal, y por otro, como responsable de controlar al sector privado avanza a paso lento, de hecho, los propios números oficiales son testigos de esta realidad.

Aunque la medición del Indec indica que en Rosario los trabajadores sin descuentos jubilatorios y sin cobertura de seguro de desempleo bajó 3,6 puntos en el primer trimestre de este año respecto de la última medición de diciembre de 2005, la cifra se incrementó 0,4 punto comparada con el mismo período del año pasado.

Después de una semana donde las cifras de desempleo empezaron a preocupar a la región -que después de muchos meses no lideraba el ranking de la desocupación- el registro del trabajo informal aporta un nuevo elemento al debate. Ya no sólo se trata de cantidad, sino también de calidad. "Crecimiento no significa desarrollo", explicó un economista local y desarrollo tampoco presupone una mejor calidad de vida para todos los que habitan un territorio si éste no se da con equidad social.