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miércoles,
14 de
junio de
2006 |
Dos historias. Vidrioso suceso en la comisaría 11ª tras el incidente de un efectivo y un grupo de amigos en el colectivo
Controversia por denuncia de vejaciones en una seccional
Alterados, ellos dicen que les pegaron, los hicieron desnudar y los manosearon. Y que antes los amedrentaron
con un arma. Según la Unidad Regional II, los jóvenes habían dejado inconsciente a un agente y robado su pistola
gravemente a un policía. Sin embargo, las autoridades de esa dependencia desmintieron tajantemente esa versión. Manifestaron que los hechos narrados por las víctimas obedecen a una estrategia defensiva para "despegarse" de la investigación que tiene a los jóvenes como sospechosos de agredir al efectivo, dejarlo inconsciente y robarle el arma reglamentaria que, según jefes de la fuerza, después fue recuperada.
Los denunciantes, unos veinte entre familiares y testigos, denunciaron lo que, según dijeron, fue un grave atropello de los uniformados. Golpes, insultos y vejámenes físicos rayanos en el abuso sexual, fueron algunas de las situaciones que, según denunciaron, se produjeron en la comisaría de Lamadrid al 200 bis.
Todo comenzó con un incidente producido en Lituania y avenida del Rosario, en la zona sur. Un grupo de jóvenes salía de un cumpleaños y abordaron un ómnibus de la línea 142. A partir de ese momento, la versión cambiará según quien la cuente. Quienes estuvieron ayer en Tribunales expresaron que cerca de las 5, "un hombre que se identificó como policía y que estaba de civil" irrumpió violentamente en escena.
Según contaron Gisela, Marcelo y otros dos menores, el policía llegó junto a otros dos efectivos que tampoco vestían uniformes y que se desplazaban en un auto particular. "Una vez que cruzaron el auto delante del colectivo, uno subió con un arma en la mano. Hizo como que cargaba la pistola y empezó a pedir los boletos. Después bajó y obligó a todos los que estaban atrás que hagan lo mismo por la puerta trasera", narraron los adolescentes.
Cuando muchos de los pasajeros ya estaban en la calle, "los pibes empezaron a pedirle al tipo que se identificara con nombre y apellido porque no tenía uniforme. Ahí fue que empezó a los tiros", afirmó Gisela. Según esta versión, los disparos fueron intimidatorios "al piso", pero un plomo le dio a Lucas, un joven de 21 años, en un pie. Otra esquirla lastimó también a Marcelo.
A partir de ese incidente, el episodio adquirió aristas oscuras. Gisela manifestó que el ómnibus se puso en marcha. Muchos de los jóvenes que habían bajado lograron abordar nuevamente el micro rumbo a Villa Gobernador Gálvez. La mayoría de los chicos bajaron en 1º de Mayo y Mosconi de esa ciudad, caminaron dos o tres cuadras hasta que aparecieron tres móviles del Comando.
"Nos hicieron tirar al piso. Después nos agarraron de los pelos y nos metieron a patadas dentro los autos. Nos llevaron a la 11ª, donde había un grupo de milicos en la puerta que nos bardearon. Nos decían: «ustedes son los que le pegaron al policía» y nos empezaron a golpear. Nos hicieron arrodillar contra una pared y después nos obligaron a desvestirnos", sostuvo Marcelo.
Marcelo y Gisela afirmaron que varios chicos quedaron completamente desnudos. "Nos manosearon y a los chicos les pasaron los bastones de goma por la cola", contó la chica, a lo que agregó: "A mí uno me agarró de los pelos y me arrastó hasta el baño. Ahí apareció una mujer que se metió para que me dejara tranquila".
El titular de la seccional 11ª, comisario Javier Pinatti, negó de plano las acusaciones, y aseguró que las declaraciones de los jóvenes buscan desvirtuar la situación para zafar de la grave imputación que supone dejar malherido a un policía. Pinatti desmintió que se hayan producido apremios ilegales en la comisaría a su cargo, y destacó que todas las actuaciones judiciales labradas desde esa jurisdición "fueron informadas al juez en su momento. Además, los chicos fueron revisados en la seccional y en la Jefatura por médicos y en ningún caso se detectaron maltratos. Ahora, dos días después de ocurridos los hechos denunciaron que fueron golpeados".
Pinatti dio la versión oficial del episodio. "Como a las 5 de la mañana pidieron colaboración a este dependencia porque había una persona herida, inconsciente, en Lituania y avenida del Rosario. Entonces fue una dotación al mando del subjefe. Allí se encontraron con dos personas que le brindaban auxilio al herido, quien resultó ser el agente Ojeda, que trabaja en la seccional 29 de Gálvez, a quien le habían robado la pistola reglamentaria. El policía fue derivado al Hospital Roque Sáenz Peña y efectivos del Comando Radioeléctrico salieron detrás del ómnibus donde iban los agresores".
Según el jefe de la 11ª, los sospechosos "fueron arrestados por el Comando mientras caminaban por Villa Gobernador Gálvez. Allí mismo se recuperó el arma de Ojeda. Los chicos la tiraron cuando vieron llegar a los patrulleros. Todo está documentado. En la seccional no hubo problemas, algunos padres llegaron enseguida y fueron informados como corresponde. A los pocos minutos la superioridad dispuso que en el caso interveniera la División Judicial, porque había un policía herido y se trató de brindarle mayor transparencia a la investigación. Los padres que estaban allí fueron informados de que luego de declarar en Jefatura, los chicos podían salir pero bajo arresto domiciliario".
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Fotos
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Los jóvenes que denunciaron el incidente, ayer en Tribunales.
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