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sábado,
10 de
junio de
2006 |
Viajeros del tiempo
Rosario 1900-1905
Tente tieso. José Guevara, argentino, de 28 años de edad y soltero, quiso contrarrestar el frío que se sentía el domingo con unas cuantas libaciones que le hicieron al mismo tiempo olvidar la soledad en que su estado civil lo tiene colocado y que no es francamente muy halagüeña en estas noches tan crudas. Llegaba a la esquina de Entre Ríos y 9 de Julio pensando en estas amorosas y frescas cuestiones, lamentándose de no tener una buena compañía y de verse obligado a empinar el codo más de lo regular para ahogar las penillas del corazón, cuando una voz seca como la tendría un tala, si los talas hablaran, le dijo: "¿Quieres compañía? ¿Quieres no tener frío? Pues toma y tente tieso". Y sin más explicaciones recibió un garrotazo de esos de padre y muy señor mío que lejos de hacerle estar tieso lo echó al suelo con ensueños, ilusiones y coperío. El ventajero que le propinó el estacazo desapareció como los vapores alcohólicos del desdichado Guevara, a quien la Asistencia Pública se encargó de auxiliar. La herida es leve.
El Nacional. Ayer, 9 de junio de 1904, cumplió un año de existencia el colega local El Nacional. En el breve período de tiempo transcurrido desde su aparición ha casi duplicado su formato, lo que indica que ha sabido conquistarse fácilmente el favor del público. Aprovechamos esta fecha conmemorativa para desearle lo festeje siempre con constantes señales de progreso.
Necesidades a la salida del teatro. En la cortada cerca del teatro de La Comedia existen verdaderos focus o semilleros de emanaciones mefíticas, pues el público que sale del teatro no encuentra mejor lugar para hacer sus necesidades que esa vía oscura y mal vigilada. Esto se debe en gran parte a lo retirado y a las malas condiciones en que está el water closet de La Comedia, pero lo que se puede evitar construyendo columnas mingitorias o gabinetes de vecindad apropiados para el caso. Mientras tanto, hay que ejercer una minuciosa vigilancia que nos libre de esa calamidad pública que también existe en las cercanías de los otros teatros.
Con la nena, no. Nuestro corresponsal de El Trébol nos informa de un hecho original ocurrido en ese pueblo entre los señores Crisanto López y Pablo Posada. Al parecer, el primero pretendía a la hija del segundo, a lo que Posada estaba de acuerdo, pero un día en que llegó a su casa y encontró en el patio a López con su hija, le disparó un tiro de escopeta que lo hirió levemente en la espalda. Durante cinco meses ambos hombres mantuvieron distancia, pero en abril pasado López volvió a la casa de Posada y le prometió casarse con su hija en mayo. Mayo pasó y López no cumplió con su palabra, por lo que una noche Posada invitó a su "yerno" a cenar. López tomó asiento a la mesa y le llamó la atención de que en la misma sólo se encontraran, además de él mismo, su suegro Posada y su concuñado Abraham Ortiz, mientras que el resto de la familia se hallaba en una habitación contigua. Estaba por terminar la cena cuando Posada lo tomó de atrás y con un cordel le ató las manos por la espalda. Luego, junto con Ortiz, le pasaron un cordel por debajo de los brazos y lo sujetaron al tirante del techo para acto seguido propinarle una bárbara azotadura con un rebenque. No conformes con esto, luego con un cuchillo le cortaron a López la oreja izquierda, y finalmente le sacaron del bolsillo la suma de 35 pesos. Posada mandó entonces a Ortiz a dar cuenta a la policía de que López se encontraba allí atado por la razón de que había insultado a su familia, y cuando el agente llegó se encontró con el frustrado comensal bañado en sangre, las manos atadas atrás y colgado del techo. El policía tuvo que cortar los cordeles con un cuchillo, pues era imposible desatarlo, y luego Posada, Ortiz y López fueron remitidos a Sastre, donde poco después el aprendiz de Tenorio pudo salir bajo fianza.
Investigación y realización Guillermo Zinni © Ver La Capital de 1902 y 1904
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