Opinión: El primer rival no es de temer

Mauricio Tallone / Ovación Mundial

La reflexión puede resultar presuntuosa, y hasta irrespetuosa con el fútbol, siempre proclive a sepultar pronósticos categóricos. También alguien con razón podrá decir que un Mundial nunca está blindado para la aparición de eventuales sorpresas.

  Igualmente hay que escribirlo con todas las letras: Costa de Marfil, con Drogba y su sobredimensión mediática, no deja de ser un partenaire para Argentina. Un rival ideal para iniciar un camino mundialista.

  Basta pegarle un repaso a la dinámica de los mundiales para reforzar esta percepción. Costa de Marfil debutará con la selección nacional y a la vez en una Copa del Mundo. Es cierto que está en condiciones de dar un dolor de cabeza como el de Camerún en Italia 90. También que ya abandonó su condición de equipo inocente y sumó ordenamiento colectivo. Pero de ahí a considerarlo peligroso...

  Eso sí, la responsabilidad total recaerá sobre la selección nacional. En los papeles, la dirección que debería tomar el trámite es la del conjunto de Pekerman. Y está bien que así sea. Es que, por encima de todo, estarán frente a frente un equipo bicampeón del mundo y otro que recién hoy descubrirá un Mundial.