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sábado,
10 de
junio de
2006 |
Mal embajador
El DT español no recibió un ramo de flores porque atenta contra su virilidad
No hay caso. No aprende más. El técnico español Luis Aragonés volvió a realizar declaraciones que están fuera de lugar. Tiempo atrás armó una dura polémica al referirse al francés Thierry Henry como “negro de mierda”. Y ahora realizó un desplante en su llegada a Alemania negándose a recibir unas flores por considerarlo un atentado contra su virilidad. “Me van a dar a mí un ramo de flores, que no me cabe por el culo ni el pelo de una gamba”, dijo el entrenador, quien a su vez le causó vergüenza a varios miembros de la Real Federación Española de Fútbol.
Aragonés vive relajado estos días previos al debut de su selección en el Mundial y se lo ve distendido con la prensa, con la que de vez en cuando tiene ocurrencias graciosas. El problema es que muchas veces no tiene medida, y tampoco sabe elegir los momentos.
El técnico supo reconducir su carácter, muy agrio en el pasado, y se adaptó a las nuevas exigencias de su cargo con relativa fortuna. Pero su función no sólo exige hacer esfuerzos diplomáticos con el país de origen. Sino mucho más saber llevar esa representación más allá de sus fronteras.
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