Ronaldo rompió el silencio

El goleador exigió más respeto

El Fenómeno habló. Y lo hizo para defenderse. Pero no de aquellos zagueros que habitualmente recurren al juego brusco para impedir que convierta algún gol. Se dirigió a la prensa, específicamente a la de su país, para que lo respeten más. De esta manera, Ronaldo rompió ayer con la huelga de silencio que había comenzado hace siete días. “Creo que los extranjeros valoran más a los brasileños que nosotros mismos. Durante una semana me cuestionaron mucho. Pero en la bolsa de apuestas de Londres nuestra selección es respetada, y yo soy el jugador con más posibilidades de ser artillero del Mundial. Además, creo que merezco mucho más respeto por mi currículum en la selección”, dijo.

  Visiblemente molesto, sentado en un sillón en un rincón de la sala del hotel donde está hospedado Brasil, Ronaldo fue claro en todo momento. Es más, se quejó cada vez que pudo de las versiones sobre su supuesto sobrepeso, que llevaron incluso al presidente Luiz Inacio Lula da Silva a preguntarle anteanoche al técnico Carlos Alberto Parreira si era cierto que el Fenómeno “está gordo”.

  “Creo que el presidente fue mal influenciado por la falta de responsabilidad de algunos a la hora de informar”, remarcó el jugador.

  Según Ronaldo, su peso es un tema que “no le interesa a nadie, es una tontería”, así como el “drama de las ampollas”, que mantuvo a todo Brasil en vilo desde que el delantero abandonó la cancha después del primer tiempo del amistoso con Nueva Zelanda.

  “Hablaron de la ampolla durante tres o cuatro días. Pusieron en duda mi capacidad a raíz de eso”, se quejó el astro, quien también criticó a la prensa de su país por sumarse al “revuelo” hecho por medios alemanes y suizos en torno a la ida de los jugadores de la selección a discotecas en sus noches libres.

  “Eso no es noticia. En el Mundial 2002 también tuvimos días libres, y ¿a dónde creen que fuimos?”, se preguntó. Aunque aseguró que no se siente cansado del fútbol y que sí le gusta ser ídolo, argumentó que eso no significa que tenga que soportar actitudes irrespetuosas.