Los ojos de un país sobre Messi

Adrián gerber / La Capital

Los medios lo consideran como una de las sensaciones del fútbol mundial, lo miman como a una consagrada estrella deportiva y lo comparan con Maradona, de quien dicen será su sucesor. Un dirigente de Real Madrid dijo estar dispuesto a pagar 150 millones de euros por su pase. Garbarino, Pepsi, La Serenísima, YPF, Mastercard, McDonald’s y Adidas ya le pagaron miles de dólares para que sea la imagen de sus anuncios. Evidentemente, se ha convertido en un gran negocio. Pero para ser sinceros los argentinos lo hemos visto, al menos hasta ahora, más como modelo publicitario que jugando al fútbol. No es titular en la selección y tampoco en Barcelona, aunque es el club donde creció profesionalmente tras ser eyectado a los 13 años por los visionarios entrenadores de las inferiores de Newell’s.

  ¿Es un verdadero crack o un fenómeno agrandado por los medios? En verdad, cuando pisa el césped muestra una gambeta como pocas y una vocación ofensiva permanente. Es un “terrorista del fútbol” (Valdano dixit), por cómo elimina adversarios. Pero no hay por qué ser condescendientes: aún no ganó nada, recién empieza su carrera y nadie tiene comprado el éxito de antemano, al menos el deportivo.

  Todos repiten que no es bueno meterle esta presión a un jugador de apenas 18 años y que hay que protegerlo de tanta ansiedad, pero ya es tarde. El rosarino Lionel Messi está en el centro de la escena: él lo aceptó y se lo banca, facturó y ahora debe salir a la cancha. Los ojos de todo un país estarán puestos en la selección, pero mucho más en él. Allí se verá si la realidad condice con las expectativas.