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sábado,
10 de
junio de
2006 |
Nuevas pericias psicológicas
comprometen la situación
procesal del padre Grassi
Un abogado de la acusación afirma que el religioso "tiene un perfil similar al de los delincuentes sexuales"
El sacerdote Julio César Grassi, a punto de ser juzgado por presunto abuso de menores a los que debía proteger en el hogar de la Fundación Felices los Niños (creada por él), tendría "un perfil psicológico similar al que poseen los delincuentes sexuales", según determinó una pericia médica que fue excluida de las pruebas que se usarán en el juicio oral que se iniciará el mes próximo en Morón.
Así lo denunció ayer el abogado Juan Pablo Gallego, que representaba a los menores que imputaron al cura y que además acusó al Tribunal Oral Criminal 4 de Morón que sustanciará el juicio de haberlo apartado irregularmente del proceso.
Gallego aludió a una pericia psiquiátrica que se le hizo a Grassi el 23 de agosto de 2005 por pedido del juzgado penal de Santa Cruz, donde también se investiga una denuncia en su contra por presunto abuso sexual.
Precisamente, los jueces Pedro Rodríguez, Carlos Roberto Torti y Rodolfo Castañares, quienes enfrentan una investigación por su conducta en la Suprema Corte de Justicia bonaerense, ayer salieron a responder las acusaciones de Gallego y de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo y presidenta del Comité de Seguimiento de los Derechos del Niño, Estela de Carlotto.
A través de un comunicado, los jueces aclararon que no hubo pruebas "excluidas" sino que, como en todo proceso, fueron las partes las que hicieron una selección del material a usarse en el proceso oral.
Hasta ahora la defensa de Grassi siempre se había negado a que su cliente se sometiera a las pericias psicológicas que requería la Justicia de Morón, obligatorias para todo acusado por estos delitos sexuales contra menores.
Según la pericia que se hizo el año pasado en Santa Cruz y que fue difundida ayer por fuentes del caso, Grassi tendría un "comportamiento irritable y carente de amabilidad", con una fuerte tendencia a "negar sentimientos", mientras que sus dirigidos lo percibirían como "un ser despótico, agresivo y con mezquindad".
Los peritos describieron a Grassi como "una persona dependiente, compulsiva con una característica estructural narcisista", con dificultades de "controlar los impulsos y una tendencia a actuar sin considerar las consecuencias de su accionar".
Reportaron además el "control excesivo intelectual sobre aspectos pulsionales sexuales", la "derivación al cuerpo de los problemas psíquicos", y una "perturbación en el funcionamiento del ego" que se manifestaría a través de "un signo de inmadurez".
Esas conclusiones fueron rubricadas por la psiquiatra Susana Mendoza, el psicólogo del Cuerpo Médico Forense del Tribunal Superior de Justicia de Santa Cruz Gastón Mendico y el experto en psiquiatría y psicología médica Sergio Bonotto. (DyN)
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