Desborde en la práctica

Un grupo de aficionados invadió ayer la cancha del estadio Thermoplan-Arena al final del entrenamiento táctico realizado por la selección brasileña en la localidad suiza de Weggis, para intentar un contacto con los ídolos del equipo pentacampeón. Una de las invasoras, la brasileña Sheila Soares, llegó a agarrar al astro Ronaldinho para besarlo, antes de ser detenida por la policía local.

  La llegada a esa localidad alpina de los jugadores brasileños transformó totalmente la rutina de los 4.000 habitantes del lugar, que se revelaron apasionados admiradores del fútbol “pentacampeón”.

  Banderas brasileñas aparecen colgadas en casi todas las casas, la gente sale a la calle con ropas en color verdeamarillo y los entrenamientos del scratch son seguidos, todos los días, por miles de aficionados que colman las tribunas del Thermoplan-Arena y ocupan los cerros vecinos al estadio.

  El entusiasmo manifestado por la hinchada contagió a los jugadores, que ayer aprovecharon un momento de esparcimiento de la práctica para aplaudir al público.