Primer Foro Regional de estudiantes del Promusida

Los jóvenes piden aulas abiertas para hablar sobre el sida

Afirman que lo común en las escuelas es decir "algo" del tema y sólo en las clases de biología

Marcela Isaías / La Capital

Más espacios de participación para hablar de un problema social tan complejo como es el sida. Ese fue uno de los mayores reclamos de los adolescentes y jóvenes que participaron del Primer Foro Regional sobre Experiencias VIH-sida, realizado la semana pasada en Rosario.

El Foro se dio en el marco de un encuentro mayor, que reunió por esos días a representantes de todo el país en la ciudad para tratar el Desarrollo de Políticas Públicas sobre el VIH/sida y las problemáticas relacionadas.

Los adolescentes y jóvenes compartieron una jornada de debates donde no faltaron videos y documentales que apelaron a la reflexión. Sin embargo, la parte más convocante fue cuando las distintas experiencias educativas se hicieron escuchar en una de las salas de la Isla de los Inventos. Había mucho para contar, pero más para preguntar y hasta cuestionar.

Entre los presentes, los chicos y chicas de la Escuela Media Nº 2059 de la localidad de Wheelwright fueron los que mostraron una sólida tarea en la materia que los reunía. Convencidos de que es "Mejor hablar de ciertas cosas", parafraseando a la canción de Sumo y elaboraron el lema para resumir lo que piensan.

Agostina y Eugenia, que ya cumplieron los 18 y están en el primer año de la universidad, fueron unas de las primeras en sumarse a esta iniciativa que plantearon las profesoras Marcela Papparoni y Mónica Cotillé en el 2004. Dicen entonces que al principio eran sólo 5 los alumnos que impulsaban hablar de sida y las problemáticas relacionadas en la escuela. Hoy suman 14 los estudiantes más activos de esta propuesta.

Sin embargo, las alumnas dicen que a la hora de proponer actividades se suma toda la escuela. Y en esas actividades cuentan capacitación y charlas para los chicos del tercer ciclo de la EGB, charlas con los padres y hasta la confección de una remera que los identifica a la hora de trabajar.

El foro tuvo una instancia por cierto valiosa para este tipo de formación. Reunidos en grupos conformados por alumnos de distintas realidades, se debatieron ideas y relataron dudas sobre cómo hacer que de una vez por todas las escuelas y organizaciones sociales donde asisten adolescentes y jóvenes abran más espacios para las preguntas y los aprendizajes.

Con sólo escuchar un rato lo que se discutía en cada ronda de alumnos bastaba para entender que la escuela tiene una gran deuda en materia de educación sexual con sus alumnos.


Instancia valiosa
"Me gustaría que este tipo de foro se hiciera en mi escuela, tendríamos todos la oportunidad de preguntar. Pero para eso los profesores deberían estar dispuestos a responder", dijo una de las alumnas de una escuela media de Rosario.

Ezequiel, de la Técnica Nº 5, no se quedó atrás y expresó que "hay muchas ganas de hablar sobre estos temas (educación sexual y sida) en las escuelas". Más tarde contaría que la única información que había recibido, en algún momento, fue en la clase de biología.

Gonzalo, de la misma escuela, contó que él habla de sida y cuestiones relacionadas con su familia; sin embargo, se lamentó de no tener la misma oportunidad en la escuela. Gastón, que cursa el polimodal, comentó algo parecido y recordó que sólo en 8º año de la EGB y también en horas de biología "alguien dijo algo sobre el tema".

En otra ronda de alumnos se valoró la posibilidad de recibir e intercambiar información entre los jóvenes por el "boca a boca", claro que enseguida alguien agregó que para eso es necesario "estar bien informados primero". La consecuencia de la conversación fue entonces inmediata: "Hacen falta más espacios donde formarnos, capacitarnos para prevenir".

Otro grupo de chicos contó sobre proyectos frustrados, dando cuenta de esa manera de cómo a veces estas iniciativas se diluyen en el tiempo por falta de apoyo institucional o planes de formación coherentes para los docentes. "En el 2004 quisimos empezar un proyecto de educación sexual y prevención del VIH/sida pero quedó en la nada, sólo se hizo una charla con una ginecóloga", contó uno de los estudiantes rosarinos.

En el foro estuvieron representadas escuelas medias y técnicas de Rosario, algunas de EGB como la Paul Harris y la Almafuerte, de Villa Gobernador Gálvez y de Wheelwright.

Muchos de los alumnos llegaron acompañados por sus profesores, que ya encaran proyectos sobre lo tratado en el foro, o piensan que vale la pena hacerlo y buscan por dónde empezar.

El foro fue convocado y organizado por el área de Educación del Promusida, coordinado por Mónica Evangelisti y Laura Perelli. En otro panel, que trató sobre "El sector educación en la prevención del sida: ¿qué hacer?", se encargaron de hablar de la historia, dificultades y desafíos que se le plantean al programa educativo.

Las ideas, conceptos y propuestas debatidas en el foro de jóvenes fueron llevadas al final de la jornada a un documento que obra como opinión y propuestas sobre cómo abordar el VIH/sida en las escuelas (ver Yo Opino).

Las rondas de jóvenes y adolescentes reunidas en la Isla de los Inventos estuvieron a su vez coordinadas por otros jóvenes que cuentan con experiencia en este tipo de formación. Se trata de Noelia Restobich, Virginia Villafranca, Rebeca Villamayor, Mariel Mastriacobo y Facundo Fabás. Los interesados en contactarse con el área de Educación del Promusida pueden hacerlo a través de la página www.pmsida.gov.ar, o bien en Moreno y San Luis, en el edificio del Cemar.

Alumnos de la Escuela Nº 2.059 de Wheelwright desarrollan una experiencia de excepción.