La mayor represa del mundo dejará 1,3 millón de desplazados en China

Ambientalistas alertan sobre el grave impacto ecológico y social del proyecto de 23.000 millones de dólares

Pekín. - China concluyó ayer, con diez meses de anticipación, las tareas de construcción de la mayor represa hidroeléctrica del mundo, la de Tres Gargantas, un controvertido proyecto debido a los daños al medio ambiente, los riesgos geológicos y el traslado forzoso de más de un millón trescientas mil personas para crear el lago artificial de 660 kilómetros. La represa, emplazada en el curso medio del río Yangtzé, con 2.309,5 metros de longitud y 185 de altura, es clave para la demanda energética que requiere la economía china, en constante expansión. Los medios chinos calificaron la megaobra como la nueva Gran Muralla.

Después de doce años de trabajo, los obreros completaron el vertido de cemento en el muro de 185 metros de alto y 2.309 metros de largo. La construcción finalizó diez meses antes de lo previsto, de modo de que la hidroeléctrica podrá comenzar a funcionar en 2008, un año antes de la fecha inicial. Todavía quedan por delante grandes desafíos antes de completar todo el proyecto, incluyendo la construcción de plantas de energía, la instalación de las turbinas y un elevador de barcos por medio de exclusas.

La central hidroeléctrica tendrá capacidad para una producción anual de energía estimada en 84.700 millones de kilowatts por hora, cuando se completen las tareas de construcción de 26 generadores. Según las autoridades, el dique permitirá, también, controlar las inundaciones por desbordes del Yangtzé, el río más importante de China, y mejorar sus condiciones de navegabilidad.

Si bien hubo festejos por la finalización de las obras, existieron voces contrarias al emprendimiento debido a que se debieron sumerger varios poblados para lograr el gran lago que rodea a la represa y trasladar a otros lugares a millones de personas. Este año deberán ser mudadas unos 80.000 lugareños más, con lo que, al final, cuando el nivel del agua alcance la altura normal de 175 metros, habrán sido desplazados en total 1,3 millón de personas.

Zigui, una de las localidades y poblados emplazados en las costas del Yangtzé que quedaron sumergidos, fue escenario de las protestas más activas contra la construcción del dique. En Badong, una de las nuevas localidades, de 50 mil habitantes, denunciaron que las indemnizaciones fueron inferiores a las cifras prometidas. Organizaciones ambientalistas y humanitarias, entre ellas Amigos de la Tierra e International Rivers Network, advirtieron sobre las graves consecuencias de haber provocado el desplazamiento de millones de personas.

Gran parte del dinero para la reubicación de las personas desapareció en los bolsillos de funcionarios corruptos. A orillas del embalse podría haber desprendimientos de tierras. Entre otras cosas, se vio perjudicada considerablemente la navegación.

Iniciado en 1993, el proyecto avanzó con el respaldo del gobierno comunista pese a las objeciones planteadas por su costo de 23.000 millones de dólares y su impacto ecológico y social. Ambientalistas e ingenieros han advertido que el embalse corre el riesgo de contaminarse con los desechos de las ciudades y pueblos aledaños, muchos de los cuales carecen de plantas de tratamiento de aguas residuales.

La represa de Tres Gargantas sobre el río Yangtzé comenzará a operar en 2008.