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sábado,
20 de
mayo de
2006 |
Palacio de alegría
Para el delantero de Boca “es un orgullo” que Pekerman se haya fijado en él
Rodrigo Palacio deslumbraba en los potreros de su Bahía Blanca natal, donde muchos le auguraban un futuro más que promisorio, pero ni él ni su familia imaginaban vivir este presente, que lo tiene como titular indiscutido en Boca y como uno de los 23 citados por el entrenador de la selección nacional, José Pekerman, para el Mundial de Alemania.
Palacio, con tan sólo 24 años, ya se consagró campeón de dos torneos locales, una Recopa Sudamericana y una Copa Sudamericana con el elenco xeneize y ahora tiene la oportunidad de ser convocado nada menos que al máximo evento futbolístico para defender la camiseta celeste y blanca.
Con Boca campeón del Clausura, el atacante se preparaba para viajar a la gira que una parte del plantel inició por Centroamérica, pero sorpresivamente llegó un pedido que le impedía subir al avión porque Pekerman tenía otros planes para él, esos con los que sueña todo jugador cuando llega a primera.
Desde la felicidad que genera este momento anhelado, Palacio habló sobre la convocatoria al Mundial. “La verdad es que no tengo palabras para expresar las cosas que estoy sintiendo. Todo jugador desde siempre, desde la primera vez que agarra una pelota, sueña con esto, con jugar un Mundial, y es un orgullo que el técnico se haya fijado en mí”, relató el delantero.
—¿Te acordás de la primera vez que te llamaron a la selección?
—Sí, como para olvidarlo ¿no? El Chino Benítez fue el encargado de darme la noticia, me lo dijo cuando veníamos de Ecuador, después de jugar contra Deportivo Cuenca por la Copa Libertadores. No lo podía creer, era como un sueño. Esa vez no pudimos ganar el partido en Los Angeles, terminó 1 a 1 y recuerdo que puse la asistencia en el gol.
—¿El debut oficial?
—Fue por las eliminatorias en La Paz frente a Bolivia. Jugué un ratito, apenas cuatro minutos, pero fue muy importante para nosotros porque conseguimos ganar allá, algo que no se lograba hacía mucho. (Ese día se convirtió en el jugador más joven —23 años— en actuar en una eliminatoria sin paso previo por selecciones juveniles).
—¿Gago y otros compañeros te cargaban con que eras un pai?
—Fernando y el Cata Díaz, porque decían que les hice un trabajo a los delanteros de la selección para que se lesionaran. Pero nada que ver. Hubo una época en la que todos caían por lesión y bueno me agarraron de punto a mí. Pero yo no fui ¿eh?
—¿Hubo contactos anteriores con la gente de la selección como para darte una pista de que podías estar en Alemania?
—A mediados de marzo me llamó el doctor (Donato) Villani para preguntarme cómo estaba y cómo evolucionaba de una pequeña molestia, no me adelantó nada, pero era el médico de la selección el que me estaba llamando.
—El sábado previo a que se dé a conocer la lista te llevaste tus cosas de Boca, ¿fue una premonición?
—No sabía nada; se decía mucho, se rumoreaba. Pero yo estaba tranquilo, había hecho mi mejor esfuerzo cuando me tocó estar para defender la celeste y blanca y en Boca dejé todo. El resto lo decidía Pekerman.
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